lunes, 17 de mayo de 2021

Días ásperos


     Llevo un montón de días despistado, o mejor dicho, descentrado. No he tenido ganas de escribir ni tampoco de recopilar unas mínimas notas para decir algo de cierto interés por aquí. Estoy vacunado y crispado, quizás esas son la palabras que mejor expresan mi estar.

     El panorama político es desesperante y los otros paisajes también. El verano se acerca a marchas forzadas y nadie sabe lo qué sucederá. Hoy veo que el que preside el gobierno de la nación en la que nos encontramos, nos retrata una utopía a plazo, una arcadia feliz para el 2050; parece que para él ya no es suficiente la Agenda 2030 de Soros, la ONU y Gates; su nueva meta es el 2050, los jóvenes parados que ahora tienen 25 años ya habrán pasado la cincuentena para entonces y probablemente sigan parados en ese tiempo.

     El virus no se va, ni por las buenas ni por las malas, evoluciona, se retuerce y nos ofrece con inusitada rapidez una nueva versión, o más contagiosa o más dañina. La población en mayoría, levantado el estado de sitio (o de alarma o de queda, da igual), se lanza vorazmente a las playas, a las discotecas, a las carreteras, a los restaurantes y bares. Los inmensos colapsos de miles de vehículos.

     Los viejos vacunados no sabemos qué hacer, estamos ante un verdadero galimatías : ¿nos sumamos al entusiasmo colectivo?, ¿seguimos medio encerrados y vamos de vez en cuando al supermercado?, ¿nos tragamos esas infinitas series de las televisiones, culebrones insoportables?, ¿clamamos por más partidos de fútbol drogo-adictivos?

     ¿Veis amigos? No estoy para escribir nada, ni siquiera para hablar estoy. Tengo casi abandonados a mis amigos, hace un mes que no hablo con Briseida, no sé nada de ella. Kimura está desaparecido, no logro conectar con él. Debe estar muy recluido en su finca. Del pastor neozelandés, Cooper George Wright, tampoco sé nada. Únicamente intercambio, algún breve comunicado, con mi amigo y colega (bueno, ya es difícil de calificar como colega) Juan Pedro B., o lama Rabten Lingpa, de tarde en tarde y me manda frases suyas de carácter budista. Juan Pedro, terminó la carrera conmigo y se fue a la India, o al Tíbet, no lo recuerdo bien, y se hizo monje; un tipo de lo más curioso.

     Tengo, a veces, la sensación de estar metido en una cueva.

     Tampoco he visto mucho a mi nieto así que no he podido continuar la novela del lejano Oeste.

     Los días son claros, de sol fuerte, acogedores... ¡menos mal!

3 comentarios:

  1. Ticherrrr, bien trasmitido y creo que somos muchos con tu mismo sentir, pero nooo, no te lo "compro", no quiero volver a leerte pesimista ¡TÚ NO ERES ASI!
    Te quiero positivo, trasmitiendo todos tus conocimientos, para poder seguir aprendiendo de tí, con todo mi agradecimiento. T.Q.

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    1. Gracias Ana, pero ten en cuenta que a veces los que escribimos somos un poco exagerados, se trata, un poco, de exigencias literarias ¿no?
      Un beso grande.

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  2. Es un mes muy beneficiado para todos en el Budismo. Cualquier acto altruista hacia todos lo seres consigue muchos méritos así que a dar una vuelta a ver a quien pude ayudar. Las cuevas sólo sirven para meditar. Y no en uno mismo

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