viernes, 30 de junio de 2023

La pieza para mover hoy

 

      Os juro que es verdad. Hace poco tiempo salí a pasear al parque muy temprano, cosa que suelo hacer con frecuencia. Aún era de noche. Antes de llegar al final me senté en uno de sus bancos al lado del río; iba absorto en múltiples pensamientos que cruzaban mi cabeza. Entonces ─y no habían pasado muchos minutos─ observé que una mujer se acercaba hacia dónde yo estaba, pensé que quizás me había estado siguiendo. Aunque se movía con cierta dificultad, su porte era imponente, de gran estatura.

      Con las primeras claridades del amanecer vi su cabello largo, aunque grisáceo, creo que bien cuidado y el balanceo suave con cada paso que daba. Se paró a un metro de mí. Su rostro mostraba arrugas que no eran demasiado pronunciadas, lo suficiente para contar historias y experiencias vividas. Era una mujer mayor, con ojos claros rasgados. Mostraba una tenue sonrisa difícil de definir, pero que transmitía una mezcla de sabiduría y melancolía; no sé exactamente qué.

      Le dije inquieto:

      ─¡Buenos días!

      La mujer vestía de manera peculiar, con prendas que combinaban diferentes estilos y épocas. Su atuendo era una amalgama de colores y texturas, con capas superpuestas y accesorios que parecían tener una historia propia. Pero, a pesar de la extravagancia, todo en su vestimenta se unía de manera armoniosa, como si cada pieza fuera cuidadosamente elegida para transmitir un mensaje oculto.

      Creo que notó cierto desasosiego en mí y me preguntó:

      ─¿Juegas o no?

      Sobre su cabeza reposaba una gorra tipo francés, agregando un toque final a su aspecto enigmático. La gorra, desgastada por el tiempo, mostraba señales de aventuras pasadas y mundos recorridos.

      Un poco confundido y divertido a la vez, miré a alrededor como buscando un tablero de ajedrez cercano, pero no había ningún tablero a la vista.

      No obstante, e intrigado por la pregunta, le respondí con algo de humor y sorpresa:

      ─¡Ah! ¿Pero me toca a mí?

      La extraña mujer sonrió y asintió.

      ─Exactamente, amigo. A veces, en la vida, nos encontramos inmersos en situaciones complicadas o tensas, pero olvidamos que siempre tenemos alguna pieza poderosa que podemos mover.

      Reflexioné unos instantes, cerrando los ojos, sobre aquellas palabras.

      A menudo todos nos encontramos atrapados en una situación conflictiva. La tensión se nos acumula día tras día, y eso comienza a afectar a nuestro bienestar emocional y a nuestra salud. Posiblemente, al mover esa pieza pendiente, se podrían encauzar las situaciones de tensión y restablecer la normalidad.

      Abrí los ojos y me dispuse a responderle, pero la mujer ya se alejaba hacia la parte del puente. Respiré profundamente y pensé que nuestras vidas están llenas de situaciones en las que podemos tomar la iniciativa y mover una pieza para encontrar la armonía y la paz. No se trataba de competir contra otros ni de luchas extremas, sino de buscar soluciones para resolver los conflictos internos y externos que nos rodean.

      Me levanté lentamente del duro asiento.

      Posiblemente debemos asimilar bien que cada movimiento importa y que ese movimiento tiene el poder de influir en el resultado.

      Vamos a mover la pieza de hoy.

martes, 27 de junio de 2023

Sólo hay diez temas

 

      A veces ocurre el milagro de acordarse uno de algo que sucedió hace sesenta años, más o menos; realmente es asombroso el funcionamiento de nuestra memoria. Creo que lo he contado alguna vez, mi madre era una apasionada de la literatura y no desperdiciaba la ocasión para conversar sobre algún aspecto de ella. Eran los primeros años de la década de los sesenta del pasado siglo XX (siglo que cada vez se aleja más y más) y un día me habló sobre un artículo del ABC que había leído y que le había encantado, el escrito trataba sobre algo que había manifestado un famoso autor de aquella época. El escritor en cuestión mantenía que existen diez temas de los que se trata, una y otra vez ─repetidamente─ en la literatura. Mi madre, estaba muy de acuerdo con eso aunque matizaba con buen criterio que cada autor aborda estos temas de manera diferente y original, pero en esencia son los mismos en los que se ha estado escribiendo desde hace siglos.

      Nunca he olvidado aquella conversación, aunque muy pronto olvidé al autor y también los diez temas a los que se refería el autor y que mi madre me leyó. Pero hace un par de días, estuve releyendo a Haruki Murakami y ─creo haber escrito alguna vez por aquí que me encanta este autor─ topé con una frase que decía: "La memoria es la manera de retener lo que amas, lo que eres, lo que nunca quieres perder". Pensé que era muy bonita y que valía la pena pensar un rato sobre ella.

      La memoria, el tiempo, la identidad...

      Le di vueltas a la frase durante un rato sin llegar a ninguna conclusión. Después tuve que dedicar mi tiempo a tareas más prosaicas en la cocina.

      Por la tarde de ese día estuve trasteando en una de las partes más desordenadas de mi biblioteca y me encontré con un libro que ni siquiera sabía que estaba allí, de Italo Calvino: "Por qué leer los clásicos". Lo olí, tenía ese inigualable olor del papel que tiene muchos años. Italo Calvino fue un reconocido escritor italiano nacido en Santiago de las Vegas, Cuba, en 1923 y fallecido en 1985 en Siena, Italia. Calvino es considerado uno de los escritores más importantes y originales del siglo XX y ha dejado un legado literario significativo. A lo largo de su vida, Calvino recibió numerosos premios literarios y reconocimientos por su obra, incluyendo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1984. Sus libros han sido traducidos a varios idiomas y han ganado una amplia difusión internacional.

      Asomaba por entre las hojas un pequeño papel mal cortado, introduje un poco la uña para abrirlo por allí.

      Leí en voz alta: «hay diez temas de los que se escribe una y otra vez en la literatura, y que son: el amor, la guerra, la muerte, la identidad, el viaje, la naturaleza, el tiempo, los dioses, el bien y el mal, y el poder».

domingo, 25 de junio de 2023

Esas frases que se siembran a nuestro alrededor

 

      Es corriente recibir cada día una ilustración, o algún cartel, con una frase célebre, una sentencia, un proverbio o alguna frase bíblica. Normalmente las leemos muy por encima y, en el mejor de los casos, la archivamos para enviarla a los amigos unos días más tarde; rara vez dedicamos más de un par de minutos a reflexionar sobre ellas. Suelen ser frases corrientes, conocidas que van dando vueltas y revueltas por el mundo de Internet. Y sólo muy de vez en cuando nos encontramos una nueva a la que dedicar nuestra atención.

      Hoy me vino una que me enviaba una amiga y decía: «La verdadera grandeza nace sin esfuerzo de dentro de ti. Aprovéchala. Es un regalo que llevas dentro». Al principio no me generó ningún interés, pero al cabo de unos segundos volví a leerla. No venía ningún autor de la misma, era anónima. Vi que la frase destaca la idea de que la verdadera grandeza no requiere un esfuerzo consciente, sino que surge de manera natural desde el interior de cada persona. La grandeza se presenta como un regalo innato que todos llevamos dentro y que debemos aprovechar.

      Lo habitual es mandar las frases a los amigos sin segundas intenciones, para que cada uno interprete lo que le venga en gana, sin interés de levantar suspicacias o herir susceptibilidades, pero pensé: ¿Por qué me ha mandado esta máxima? ¿Querría decirme algo?

      Preferí dejar aparte esas elucubraciones y me centré en la frase.

      Creo que viene a decir que en lugar de implicar que la grandeza no requiere ningún tipo de trabajo o desarrollo personal, la afirmación sugiere que la grandeza auténtica proviene de la conexión con nuestros talentos y cualidades intrínsecas. En lugar de luchar por alcanzar la grandeza externamente, se nos invita a buscarla dentro de nosotros mismos y a reconocerla como un don interno.

      Posiblemente puede interpretarse como un estímulo para descubrir y cultivar nuestros propios talentos y habilidades, en lugar de intentar imitar a otros o seguir expectativas externas.

      Al reconocer la grandeza como algo inherente, se nos anima a confiar en nuestro potencial y utilizarlo de manera significativa en nuestras vidas.

      Miro la pantalla de "Alexa" que la tengo cerca. Son casi las once y media, la temperatura ya es de 31º, mis neuronas comenzarán a disolverse en pocos instantes. Voy a bajar las persianas y poner el aire fresquito.

      Le digo a "Alexa" que se calle, quiero estar tranquilo...

viernes, 23 de junio de 2023

Voy a tocar la armónica un rato

 

      Ni hablar. No se trata de ninguna boutade con la intención de llamar la atención con una originalidad. Tened la seguridad que dedicar un rato todos los días a tocar la armónica puede tener varias ventajas para cualquier persona, incluso para un mayor como yo que jamás se ha sentido capacitado para la interpretación musical con ningún tipo de dispositivo.

      Todos sabéis que la armónica es un instrumento musical de viento que se toca soplando y aspirando aire a través de una serie de lengüetas metálicas que vibran para producir el sonido. Estas lengüetas están montadas en una estructura de madera o metal a la que llaman peine. La armónica es un artefacto de producir música portátil y versátil, capaz de generar una amplia gama de sonidos expresivos. Tiene un tamaño compacto, su flexibilidad expresiva y el distintivo timbre la hacen popular y aplicable en diferentes estilos musicales. Un amigo ─conocedor y forofo de este instrumento─ me decía ayer que la armónica se utiliza en una amplia variedad de géneros musicales, como blues, rock, country, folk, jazz y música popular. Y es especialmente conocida por su asociación con el 'blues', donde se ha convertido en un instrumento emblemático.

      Viene bien tocar la armónica, ello implica un control y uso adecuado de la respiración. Eso ayuda a fortalecer los músculos respiratorios y mejorar la capacidad pulmonar, lo cual es beneficioso para mantener una buena salud respiratoria, especialmente en gente mayor que pueden experimentar cambios ─relacionados con la edad─ en su sistema respiratorio. Además tocar este pequeño instrumento implica aprender y recordar patrones musicales, mejorar la coordinación “ojo-mano” y desarrollar habilidades de memoria. Esta estimulación cognitiva puede ayudar a mantener la mente activa y aguda, lo que es especialmente beneficioso para la gente que ya tenga una interesante cifra de años. Tocar este instrumento requiere coordinar la respiración, los movimientos de los labios y las manos para producir el sonido deseado. La práctica regular puede mejorar la destreza manual y la coordinación motora fina, lo cual puede ser beneficioso para las personas mayores que deseen mantener o mejorar su habilidad para realizar actividades diarias.

      También sabemos bien que la música, en general, tiene un efecto relajante y puede ser una forma efectiva de reducir el estrés. Tocar la armónica permite a las personas enfocarse en la música, liberar emociones y distraerse de las preocupaciones diarias. Esto puede contribuir a un mayor bienestar emocional y una mejor calidad de vida.

      Os diré que llevo siete días luchando con una armónica que tiene diez boquetes, lo que quiere decir que emite diez sonidos distintos soplando y otros diez aspirando; veinte notas que me parecían al principio más de cien. Menos mal que mi mujer me auxilia y voy mejorando algo. Ahora estoy con un poco de “Cumpleaños feliz” y con otro poco de “Jingle Bells” y, a veces, suena algo como parecido a eso.

      Veremos a final de mes...

Aprender a tocar algún instrumento musical también puede abrir oportunidades para interactuar con otras personas, ya sea uniéndose a grupos musicales, asistiendo a clases o compartiendo su música con amigos y familiares. La participación en actividades sociales puede fomentar la conexión, aumentar la autoestima y proporcionar un sentido de pertenencia.

jueves, 22 de junio de 2023

La ENSEÑANZA que nos viene

 

      Esta mañana me paré un rato a pensar en las grandes transformaciones que se tendrán que realizar en todos los campos de la enseñanza debidos a la irrupción de la inteligencia artificial (IA) y del “ChatGPT”(*). Ahora existen muchas brumas sobre todo esto, pero esperemos se vayan aclarando con rapidez, nos va mucho en ello. Los cambios habrá que aplicarlos con algunas prisas desde ya, en el curso próximo. En realidad se trata de una revolución de “gran calado”, como se dice ahora en las tertulias.

      Creo que la IA y los modelos de lenguaje como “ChatGPT” van a ofrecer un cúmulo de oportunidades insospechadas, pero ─¡cuidado!─ no deben reeplazar por completo la interacción humana en la educación. Sin embargo, no tengo dudas, de que un buen cóctel de tecnología y enseñanza tradicional pueden brindar una experiencia educativa muy equilibrada y enriquecedora.

      Quizás aún es demasiado pronto para confeccionar listas de ventajas/inconvenientes, pero si sé que la IA permitirá adaptar el proceso de enseñanza a las necesidades individuales de los estudiantes. Los modelos de lenguaje como “ChatGPT” proporcionarán retroalimentación instantánea y personalizada, lo que ayudará a los estudiantes a identificar y abordar sus áreas de mejora específicas. Esto dará lugar a un aprendizaje más eficiente y más efectivo.

      Otra cuestión relevante es que se superarán las distancias y barreras económicas al proporcionar acceso a la educación en áreas remotas o desfavorecidas. Los estudiantes podrán acceder a materiales educativos, tutoriales y recursos a través de plataformas en línea basadas en IA, lo que amplía las oportunidades educativas para aquellos que de otra manera no tendrían acceso. Aquí la política tiene un rol decisivo, pues será responsable de llevar la conectividad necesaria a todas las zonas del planeta. Tengamos también en cuenta que los modelos de lenguaje como “ChatGPT” pueden actuar como asistentes de enseñanza virtuales. Pueden responder preguntas, explicar conceptos y brindar orientación a los estudiantes. Esto aliviará mucho la carga de trabajo de los profesores y les permitirá centrarse en actividades más interactivas y de otro nivel.

      Sin duda habrá cuestiones delicadas de manejar por parte del profesorado ya que la IA puede crear y generar contenido educativo de calidad, como exámenes, tareas y material de lectura. A la vez esto puede ahorrar más tiempo al profesorado y proporcionar recursos adicionales para el aprendizaje.

      Es cierto también que la capacidad de la IA de analizar grandes cantidades de datos permitirá una evaluación más precisa y una retroalimentación más detallada sobre el rendimiento del trabajo de los estudiantes. A su vez puede proporcionar ayuda para adaptar las estrategias de enseñanza que se pongan en juego.

      Tendremos que ir pensando de forma más hilvanada en todo esto. Tiempos apasionantes de la enseñanza que viene, tiempos que, los jubilados como yo, nos vamos a perder.

      Algo veremos desde el tendido; disfrutaremos.


(*) Explicado de forma sencilla, «ChatGPT» es una herramienta de IA entrenada con una gran cantidad de información y diseñada para entender tus preguntas y proporcionar respuestas relevantes y coherentes. Un asistente virtual al que puedes hacer preguntas, pedir ayuda con diferentes tareas o simplemente mantener una conversación.

sábado, 17 de junio de 2023

El espectro del Vapor

      Miraba una fotografía de una pintura ─de Pablo García Ríos─ vista en Internet. Es de la ruina del Vapor del Puerto, y delante del barco unos espectros humanos, unos zombis. En el cuadro predominan unos aterradores tonos verdes y negros. En unos instantes de desasosiego pensé que uno de esos espectros era yo, viajero constante durante más de veinte años.

      Pensé que jamás se me ocurriría colgar esa pintura cerca de mí. Después vino a mi memoria una hermosa frase de don Miguel de Unamuno: «Vale más ser ola pasajera en el océano, que barco muerto en la hondonada». Imagino que el eximio don Miguel, al comparar una ola pasajera en el océano con un barco muerto en la hondonada, nos invita a reflexionar sobre la fugacidad de la vida y la importancia de aprovechar cada momento. Según mi juicio, ser una ola en el océano simboliza la experiencia dinámica de vivir, moverse, cambiar y enfrentar desafíos. Y por el otro lado, un barco muerto en la hondonada representa una existencia estancada y sin vida, sin oportunidades para crecer, aprender y experimentar. Creo que Unamuno nos anima a emprender, a asumir riesgos, a fluir en la corriente de la vida y a enfrentar los altibajos con valentía, entusiasmo y pasión. Nos invita a elegir la vida en toda su complejidad y efímera belleza, en lugar de aferrarnos a la seguridad de la inmovilidad, la rutina y la monotonía. Con esta sentencia el filósofo bilbaíno nos pone delante la idea de que la vida plena implica movimiento, cambio y superación de obstáculos. Nos impulsa a ser activos en la búsqueda de nuestros sueños y a no conformarnos con una existencia sin propósito.

      Miré de nuevo el cuadro; me producía a la vez atracción y repulsión. Para evitar esas sensaciones me puse a buscar en Google la frase de Unamuno, deseoso de confirmar que era de él.

      No supe encontrarla pero me apareció otra, de muchos años antes, de Leonardo da Vinci y que consideré que estaba muy relacionada: «El hierro se enmohece por el desuso, el agua estancada pierde su pureza y cuando hace frío se hiela. Así llega la inactividad a minar los poderes de la mente».

      Da Vinci advierte sobre los efectos negativos de la inactividad en la mente humana, comparándola con el enmohecimiento del hierro y la pérdida de pureza del agua estancada. El polímata Leonardo nos anima a mantener nuestra mente activa y comprometida en diversas actividades para preservar y fortalecer nuestros poderes mentales.

     Pero nada... La apatía me tiene hoy muy agarrado. Pensé para justificarme que, en ciertas circunstancias, la apatía puede ofrecer un descanso necesario para la mente y el cuerpo. En un mundo cada vez más ocupado y estresante, la apatía puede actuar como un mecanismo de defensa natural que nos permite desconectar y recargar nuestras energías. ¿Será así?

lunes, 5 de junio de 2023

Gentrificar


«[...] Yo tengo fe en el porvenir. Me complazco en asistir mentalmente a esa inmensa e irresistible invasión de las nuevas ideas que van transformando poco a poco la faz de la Humanidad, que merced a sus extraordinarias invenciones fomentan el comercio de la inteligencia, estrechan el vínculo de los países, fortificando el espíritu de las grandes nacionalidades, y borrando, por decirlo así, las preocupaciones y las distancias, hacen caer unas tras otras las barreras que separan a los pueblos.»
G.A. Becquer. “Cartas desde mi celda (IV)”

      Releía esta mañana la cuarta carta de "Cartas desde mi celda" de Gustavo Adolfo Bécquer, se trata de una singular reflexión sobre la soledad y el aislamiento que siente el autor encerrado en su celda, cuando pasó un tiempo recluido voluntariamente, con su hermano Valeriano, en el Monasterio de Veruela en la provincia de Zaragoza. Bécquer nos describe esa extraña sensación de estar solo consigo mismo y cómo eso le ha permitido repensar sobre su vida y también sobre su obra. En esa carta también habla al lector sobre la importancia de la libertad y la necesidad de estar en contacto con la naturaleza.

      Al poco rato, sin saber cómo, empezó a dar vueltas en mi cabeza la palabra "gentrificar", era como una maldita mosca que no podía espantar y tuve que dejar la lectura del libro.

      "Gentrificar" es una palabra nueva en el diccionario ─o relativamente nueva─ en la versión on line del diccionario de la RAE se incorporó hace un par de años. Es un término urbanístico que se utiliza para describir un proceso de transformación en una ciudad en el que un barrio de bajos ingresos ─o deteriorado─ experimenta cambios como el aumento de la clase media o el desplazamiento de los residentes de bajo poder adquisitivo.

      El término procede de la palabra inglesa "gentry", que hace referencia a la clase social alta o acomodada. La gentrificación suele ser el resultado de inversiones inmobiliarias en áreas urbanas que antes eran consideradas menos deseables. Estas inversiones pueden llevar a la renovación y construcción de viviendas, a la apertura de nuevos negocios, restaurantes o cafeterías, así como la mejora de las infraestructuras y servicios públicos en la zona. Pero no me cabe duda que el fenómeno de la gentrificación es complejo y puede variar en cada contexto urbano. Y no todos los cambios urbanos se pueden considerar como gentrificación, imagino que ─con frecuencia─ hay múltiples factores y fuerzas en este proceso.

      Cierto es que la gentrificación puede traer beneficios, como la revitalización económica y la mejora de la calidad de vida en el área, pero también puede tener efectos indeseados. Uno de los principales problemas es el desplazamiento de los residentes originales, especialmente aquellos de ingresos muy limitados o pertenecientes a grupos minoritarios, que no pueden alcanzar los nuevos precios del alquiler o de la vivienda. La gentrificación también puede producir un aumento de las tensiones sociales y conflictos entre los nuevos residentes y los antiguos habitantes, debido a diferencias socioeconómicas y culturales...

      Lo dejé ahí. Volví a la lectura de Becquer: «[...] pero ya que ha llegado la hora de la gran transformación, ya que la sociedad, animada de un nuevo espíritu, se apresura a revestirse de una nueva forma, debíamos guardar, merced al esfuerzo de nuestros escritores y nuestros artistas, la imagen de todo eso que va a desaparecer, como se guarda después que muere el retrato de una persona querida...»

      


sábado, 3 de junio de 2023

Anosognosia y autoengaño

 

      En la descripción de la tarea que tenía que hacer destacaba la palabra anasognosia y con ella me quedé un rato.

      Esta mañana abrí los ojos muy temprano, sólo habían pasado unos minutos de las seis, quería hacer un trabajo pendiente del master que estoy estudiando. No sé cuánta gente cargada de años, estará haciendo algún master universitario en España, pero tengo un cierto orgullo encontrarme entre esa tropa de osados.

      Me eché hacia atrás pensando en esa extraña palabra. Se trata de un síntoma neuropsiquiátrico que se caracteriza porque la persona que lo presenta denota una falta de conciencia ─o negación─ de la enfermedad o discapacidad que le afecta. Es el no-reconocimiento de nuestra enfermedad. 

      En el contexto de ciertas condiciones médicas, como el Alzheimer, la esquizofrenia o algunos trastornos neurológicos, la anosognosia puede manifestarse y afectar la percepción de la realidad por parte del individuo. Es un poco como engañarse a sí mismo o autoengañarse, es decir, convencerse de algo que no es cierto o ignorar la realidad con el fin de evitar enfrentar una verdad incómoda o dolorosa. Todos sabemos que el autoengaño es un comportamiento humano común y corriente que puede surgir como una forma de protección psicológica o para mantener una imagen correcta o positiva de uno mismo.

      Pero la anosognosia va bastante más allá del autoengaño, por eso se considera que es un trastorno neurológico en el cual una persona que padece una enfermedad o discapacidad grave no es consciente de su condición o de la gravedad de la misma.

      Dándole la vuelta de nuevo al significado, es posible decir que la anosognosia es un trastorno neurológico en el cual una persona que padece una enfermedad o discapacidad grave no es consciente de su condición o de la gravedad de la misma. Y esto, normalmente, se asocia a lesiones cerebrales, como accidentes cerebrovasculares o lesiones traumáticas en la cabeza.

      ¿Puede tener alguna ventaja este trastorno?

      Pensé que es posible considerar que desde el punto de vista del paciente, la anosognosia (y, claro, el autoengaño en otras vías) pueda tener ventajas y desventajas. Quizás, por un lado, puede proporcionar un alivio psicológico temporal al negar o minimizar los síntomas o las limitaciones que experimenta. Es probable que esto pueda contribuir a reducir la angustia emocional y la ansiedad asociadas con la enfermedad. Pero. sin embargo, la anosognosia también puede ser perjudicial para el paciente en el sentido de que dificulta el reconocimiento de la necesidad de tratamiento médico y la búsqueda de ayuda especializada. Esto puede llevar a una falta de eficacia del tratamiento, retrasos en la atención médica adecuada y, por supuesto, una disminución de la calidad de vida a medio o largo plazo.

      Unos instantes después pensé que sería importante tener en cuenta que la anosognosia en sí misma no es una condición beneficiosa o deseable, ya que indica una alteración en la percepción y la conciencia de la enfermedad. Posiblemente ─en lugar de verla como buena o mala─ es más apropiado considerarla como un síntoma que requiere atención y tratamiento por parte de profesionales de la salud para abordar las necesidades médicas y psicológicas del paciente.

      Reflexioné sobre la importancia de ser consciente de nuestras propias tendencias al autoengaño y estar dispuestos a enfrentar la realidad de manera objetiva. La introspección, la honestidad y la apertura a diferentes perspectivas pueden ayudarnos a evitar caer en patrones de autoengaño y promover un crecimiento personal más conveniente. Pero cuidado, hay que destacar que la anosognosia ─a diferencia del autoengaño─ no es simplemente una falta de conciencia o negación voluntaria. Desde la neurociencia se postula que está relacionada con alteraciones en las áreas cerebrales responsables de la autorreflexión, también con el proceso de la información sobre el propio cuerpo y las habilidades cognitivas; y esto ya es muy serio.

      Vino a mí un respiro muy hondo y percibí que se me había ido el santo al cielo. Miré la hora. Al final se ha esfumado una gran parte de la mañana y no he realizado el trabajo que pretendía.

      Mañana lo intentaré de nuevo...