La palabra siempre me ha gustado. En su forma más básica, la hermenéutica se refiere al proceso de comprender el significado de un texto, yendo más allá de su mera literalidad para captar sus implicaciones más profundas y su contexto cultural, histórico y lingüístico. La palabra "hermenéutica" proviene del griego "hermeneutikē", que significa "interpretación". Hoy se me ha ocurrido tratar de interpretar unos versículos del Evangelio de Marcos. En vez de hacer un crucigrama o dormirme delante de la televisión prefiero hacer un, ejercicio hermenéutico, ¡cada uno tiene sus manías!
Dicen los entendidos que Marcos era el menos culto de los cuatro evangelistas, que su griego dejaba bastante que desear, que no era muy pulido. También es el más breve de los cuatro Evangelios. Posiblemente lo escribió ─todo lo más─ en el año 70 d.C. También comentan los estudiosos que este Evangelio de Marcos debió componerse y divulgarse antes que Mateo y Lucas empezaran a escribir los suyos, pues parece ser que ambos tomaron mucho prestado de Marcos. Digo todo esto porque hoy (por inspiración cuaresmal, quizás) recordaba el pasaje en el que narra que había había un cementerio, donde vivía un hombre que tenía un espíritu maligno. Este individuo poseso día y noche andaba en el cementerio y por los cerros, dando gritos y lastimándose con piedras. Nadie era capaz de sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Lo habían encadenado muchas veces y le habían aprisionado los pies con gruesos aros de hierro, pero él rompía las cadenas y despedazaba los aros. Nadie podía con su terrible fuerza. Hubo un momento en el que coincidió con Jesús. Jesús bajaba de una barca y el hombre salía del cementerio: éste, al ver a Jesús a lo lejos, corrió y se puso de rodillas delante de Él.
Creo que es así la historia, ¿no? Este pasaje nos presenta a un hombre atormentado por un espíritu del mal. Su situación es desesperada: vive en un cementerio, está encadenado, y nadie puede controlarlo. Su fuerza sobrehumana y su comportamiento violento lo convierten en una amenaza para la comunidad. Vive en un cementerio, símbolo de muerte y desolación. Este escenario refleja la condición del hombre, dominado por el mal y alejado de la vida. Atormentado por un espíritu maligno, vive en una situación de aislamiento y sufrimiento. Su fuerza descomunal y su comportamiento agresivo son una manifestación del poder del mal que lo posee. A veces habían utilizado cadenas y aros de hierro para sujetarlo, sin éxito. Esto, pienso, que es una demostración de la impotencia del ser humano frente al poder del mal.
Al final, Jesús aparece como la única esperanza para el hombre. Su presencia trae consigo la posibilidad de liberación y sanación. La reacción del poseído es inmediata al ver a Jesús, el hombre corre hacia la orilla en la que Jesús había desembarcado y se arrodilla ante Él. Con este gesto indica su reconocimiento a la autoridad de Jesús y la súplica de ayuda.
Concluyo que este pasaje (Marcos 5:1-9) nos intenta enseñar que el mal es una realidad poderosa que puede causar sufrimiento y destrucción. Sin embargo, la presencia de Jesús trae consigo la esperanza de liberación. Jesús tiene poder sobre el mal y puede restaurar la vida a aquellos que han sido oprimidos por él.
Seguro que la próxima vez lo hago mejor.
Me quedo con el último párrafo para reflexionar, pero antes hay que buscar la fe. Hoy domingo, es un buen día para ir a su encuentro en el silencio de una iglesia. Gracias amigo.
ResponderEliminar¡Qué buen sermón! 😃😃😃
ResponderEliminarNunca había escuchado antes la palabra 'hermenéutica' y me parece una materia muy importante. Creo que a los estudiantes se les debería enseñar algo de hermenéutica para tratar de evitar las bajas puntuaciones en compresión lectora de los niños españoles que se reflejan en los informes PISA. Muchas gracias.
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