Los días grises, son fastidiosos; un día ceniciento de vez en cuando es soportable, pero cuando son varios seguidos acaban siendo muy incómodos. Al mirar por la ventana todo es homogéneo, deseperadamente uniforme, sin los ricos matices que dan la luz y el sol radiante.
Se me ocurrió pensar que eso de ser “población de riesgo” es una extraña característica añadida, es una forma de estar prisionero sin estarlo, un libre muy condicionado. Al llevar la mirada a la calle intentando vislumbrar indicios de alguna vida, recordé unas palabras de la “Divina Comedia” ─pido perdón por la pedantería, pero no se preocupe mi lector, son las únicas que recuerdo─. Esas palabras eran algo así: «¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!». Me quedé un momento bloqueado, fuéronse los pensamientos iniciales y me centré en el intento de recordar la frase en italiano, estuve un rato grande perdido en eso. Luego de muchos minutos, la puse en pie. Era, más o menos, así: ”Lasciate ogni speranza o voi che entrate”.
Dejé de aplastar la nariz en la ventana, busqué un pequeño ejemplar en prosa de la obra de Dante que siempre tengo cerca (creo que él me busca a mí) y leí un poco abriendo al azar; el Canto IV:
y me hizo despertar. Me vi llegado
al borde del abismo, desolado
lugar donde mora la doliente
multitud. Retumbaban tristemente
los ayes del dolor, profundo y abrumado,
y en tan densas tinieblas penetrado,
que fatigué la vista inútilmente.»
Tiré hacia adelante, pasé unas pocas páginas y entré en el Canto V:
de más estrecho cerco y doloroso.
Allí Minos, terrible y espantoso,
analiza las culpas e infecundo,
ordena el puesto que en el ciego mundo
se asigna a cada alma.»
Dejé el libro. Regresé a la ventana.
¿”Población de riesgo”? Me interrogué de nuevo.
Pensé después en el torero en la plaza, en el trapecista allá en lo alto...
Magnífica publicación, amigo. Como tengo autorización, lo comparto en mi muro de facebook. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias Gonzalo. Toda la autorización, por supuesto.
EliminarUn abrazo.
Me ha encantado. Es magnífico. Qué buena reflexión.
ResponderEliminarGracias profesor.
Gracias a ti.
EliminarUn gran abrazo.
Como siempre magnífico tu escrito pero éste en concreto me parece sublime. Cada día te superas y lo digo con el corazón en la mano. Gracias
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