martes, 10 de diciembre de 2019

Un poco de anecdotario artístico

     
     Hace unos años, en 2011, comencé una serie de pequeños artículos en los que intentaba recopilar ─e interpretar─ algunas de las miles de anécdotas que circulan sobre el mundo del arte. Ahora no recuerdo el porqué no seguí haciendo estos escritos, seguramente me despisté y lo olvidé. Sin embargo creo que es un asunto interesante y que de estas historias (más o menos apócrifas) se puede aprender mucho. 

Anécdotas del mundodel arte (1)
     
     El anecdotario en el mundo de las artes es, indudablemente, muy rico, hay historias de todo tipo, muchas de ellas son falsas pero otras son verdaderas y bien verificadas, por ejemplo, en 1961 ocurrió un hecho curioso en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Hacía poco tiempo que se había adquirido el cuadro del pintor francés Henri Matisse titulado Le Bateau (El barco), éste fue colgado boca abajo y así estuvo durante cuarenta y siete días antes de que nadie se diera cuenta. Al parecer, durante esos días el museo tuvo aproximadamente 116.000 espectadores, quienes vieron colgado el cuadro de Matisse boca abajo, sin reparar en ello, ni siquiera los considerados expertos en arte. ¿Qué les parece?

     Los artistas y los críticos de arte no suelen llevarse del todo bien y con frecuencia se lanzan afilados dardos verbales, pero hay una broma que gastaron unos artistas a los críticos en París que ha pasado a la historia. Fue en 1910 en la exposición organizada anualmente por Société des artistes indépendants, allí fue expuesto un cuadro titulado “Coucher de soleil sur l’Adriatique” (Puesta de sol en el Adriático) firmada por un pintor italiano desconocido llamado Joachim-Raphaël Boronali. La obra llamó bastante atención y recibió grandes parabienes de los críticos (probablemente fueron inducidos a ello más o menos subrepticiamente).



     Transcurridos los primeros días de la exposición el escritor Roland Dorgelés se presentó en la sede del periódico Le Matin para desvelar la identidad del pintor del cuadro, el tal Boronali. ¡Boronalli era un asno! El autor del cuadro alabado por la crítica era un burro que Roland Dorgelés y unos amigos llevaron a una casa abandonada donde le ataban pinceles al rabo y le estimulaban para que lo moviese poniéndole delante un buen manojo de zanahorias.

2 comentarios:

  1. Querido Ignacio, no conocia yo estos articulos que espero retomes o reedites para poder disfrutar de ellos.

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  2. Estupendo. Conocía la primera anécdota, la del MOMA, pero ignoraba la segunda, la del burro. Muy interesante...

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