Hacía varios días que no sabía nada de mi amigo Kimura, no sabía si estaba viajando o en su casa en Japón, creo que hablábamos desde el cambio de horarios, eso siempre nos despista un poco y hace que interrumpamos durante unos días nuestras conversaciones. Me dijo ─que al igual que yo─ había echado de menos nuestra comunicación y que no se había movido de su finca de la prefectura de Niigata. Después me comentó que había estudiado un poco sobre la evolución de la natalidad en Japón y que la tasa de natalidad (número de nacimientos por cada mil habitantes en un año) estaba era menor del 7,4‰, una tasa de natalidad muy pequeña. Añadió también que el índice de fecundidad ─que es número medio de hijos por mujer─ es aproximadamente 1,42.
Le recordé que un índice de fecundidad inferior a 2,1 por mujer (“fecundidad de reemplazo”), supone que no existen garantías para una pirámide de población estable. Dije que en España no estábamos mucho mejor y que el 'índice de Fecundidad' aquí es de 1,23, peor que el de su país.
Después me habló de una hipotética relación ─que él estudiaba─ entre la 'pereza mental' y la fecundidad.
Le mostré mi curiosidad e interés por el tema y le pregunté:
─¿Crees que únicamente influye la llamada 'pereza mental'?
─Pienso que sí ─contestó. Aunque las otras “perezas” también están correlacionadas en este asunto.
─Recuérdame cuáles son las otras “perezas”.
─Aunque no hay una gran comunión de pareceres a este respecto, considero que hay cuatro clases bastante diferenciables: la mental, la física, la existencial y la espiritual. Y aparte de estos tipos hay que citar un factor que es común a todas ellas y se trata de la “ansiedad”. Estoy convencido de la existencia de una relación muy estrecha entre los tipos de pereza y la ansiedad. Observa que la pereza, en general, es un modo de no-acción, o de no-actuación, con vistas a protegernos de agresiones (supuestas o reales) del mundo exterior.
─¿Y no está por ahí metido el miedo, o los miedos? ─interrogué con afán.
─Por supuesto. El miedo es otro de los factores que juega un papel importante en esta partida.
De pronto se me ocurrió preguntarle:
─¿Puede la 'pereza mental' afectar a un país o a una civilización?
─Estoy convencido de ello y, es más, creo que ahora hay varios, o bastantes, países afectados por este síndrome ─afirmó Kimura.
─Imagino que sabes que España empieza a ser calificada, en algunos ambientes internacionales, como un 'Estado Fallido', y eso es muy perjudicial y peligroso, incluso, pone en cuestión la permanencia en la UE y también le va a afectar a las inversiones imprescindibles para nuestro desarrollo económico. Sin embargo no hay reacciones, el pueblo se encuentra como adormilado, con una resaca de la que no se ve capaz de salir, ¿puede ser que estemos atenazados por una 'pereza mental' patológica?
No sé qué pasó en las ondas en ese momento, nuestra comunicación se cortó...
Me ha gustado mucho el texto. Y la frase final de Borges es magistral.
ResponderEliminarGracias.