¿Por qué hará esa locura de estar siempre en esa esquina? ¿Se trata de una excentricidad como cualquier otra? ¿Es un punto de vista singular?
Hoy no pienso ir a visitarlo, el sol quema demasiado; la calle arde. No sé cómo puede resistirlo, es un misterio para mí. Quisiera preguntarle, pero aún no me atrevo, temo que se pueda molestar; aunque no tiene pinta de molestarse con nada ni por nada. Debe ser un estoico de primera división.
¿Está a la espera? Pero, ¿a la espera de qué?
Repasé “Pulp” y encontré algo sobre la espera que llamó mi atención, era una cosa así: “Esperamos y esperamos. Todos. ¿No sabría el psiquiatra que esperar es una de las cosas que vuelve loca a la gente? La gente espera toda la vida. Esperan vivir, esperan morir”. (He variado un poco la frase, con intención de encajarla mejor, perdónenme).
¿Qué me diría Juanai de esa frase de Bukowsky? Casi puedo adivinar que respondería: “¡Ah, la espera! Ese es un acto que consume la existencia humana”.
---------------
Fui a verle a las nueve, aún había claridad pero el calor había disminuido bastante.
Sin demasiados preámbulos le pregunté:
─¿Qué te ha llevado a este mundo de la espera interminable?
Se quedó pensando un rato. Hizo un chasquido raro con la boca y dijo:
─Me he convertido en un espectador de la vida, esperando que algo grandioso ocurra, algo que dé sentido a mi existencia. Pero, en cambio, solo encuentro desilusión y angustia; la angustia es una vieja compañera.
─Pero tu sabes que la vida no es más que una serie de decepciones y momentos efímeros. ¿Esperar que algo externo nos salve? Eso es una locura en sí misma, ¿no te parece?
Ahora me miro directamente a los ojos y dijo:
─Mira, amigo, la vida es como un mal trago que tragamos hasta el final. Pero en medio de la desesperación y el sufrimiento, existe una pequeña chispa de belleza. A veces intento enfocarme en las pequeñas cosas, las experiencias intensas y las emociones auténticas. Trato de darles vida. Eso es lo más cercano a encontrar sentido en este desorden.
─¿No crees que el mundo necesita más almas valientes dispuestas a romper las cadenas de la espera?
─Entiendo tus palabras, amigo mío. Quizás la búsqueda de un propósito definitivo es una ilusión. Tal vez debería aceptar la espera y encontrar consuelo en las palabras que circulan y fluyen por mi mente.
─¿No hay algo más en esta vida que solo esperar? ¿No hay una forma de escapar de esta agonía y encontrar un sentido real?
─La angustia de la espera, es una compañera incómoda. Pero déjame decirte una cosa, amigo: la vida no es algo que se encuentra al final de la espera. No hay una recompensa garantizada al final del camino. La vida está sucediendo ahora mismo, en cada instante.
Estaba un poco agotado, costaba entender todo aquello que Juanai decía. No sé, parecía que estaba hablando con el propio Bukowsky.
Salí de allí a paso lento pensando que el mundo necesita más almas valientes dispuestas a romper las cadenas de la espera. Sí, exacto.
Sentí un ligero temblor... Sería el relente que venía del mar.