¿Le veis? Está allí, al sol, de pie apoyado en la esquina. Únicamente desaparece cuando llueve o el cielo está muy gris. Está tan tranquilo, como todo el pueblo donde la monotonía es el pan de cada día. Los habitantes parecen atrapados en una rutina inmutable, seres de vidas predecibles y aburridas. Él, a pesar de su estática posición, es la única persona del lugar que parece viva.
Cuando pasaba por allí solíamos conversar un rato, nunca me dijo su nombre pero la gente le decía el loco y, a veces, Juanai. Era conocido por su excentricidad y su actitud desenfrenada ante la vida, cosa que me parecía muy rara porque yo siempre le veía muy quieto. Tenía una sonrisa perenne en el rostro y una chispa en los ojos. Sin embargo, los demás parecían marchitar sus días en la rutina. La gente lo miraba con recelo y susurraba palabras de desaprobación cuando pasaba por allí. Pero Juanai no se inmutaba; simplemente seguía disfrutando de la libertad que su mente le brindaba.
Un día, un grupo de vecinos envalentonado, discutieron acaloradamente ─allí delante─ sobre su supuesta "locura". Al escuchar sus comentarios Juanai se rió y dijo: "¡Qué vida tan horrible deben tener aquellos que nunca enloquecen!".
Días después me lo contó riendo y le comenté que esa frase era de un famoso escritor americano.
─Lo sé, es de Charles Bukowsky ─dijo.
Con cierta cautela le pregunté:
─¿Por que lanzaste esa frase?
Hizo una pequeña pausa, y contestó:
─Algunas personas no enloquecen nunca y llevan vidas horribles. Te doy un buen consejo: no permitas que eso te suceda. Abraza la locura, el caos y la libertad. Vive con pasión, con intensidad y sin arrepentimientos. No te preocupes por el juicio de los demás, ya que la verdadera felicidad radica en vivir auténticamente, sin importar lo que piensen los demás. Así que, cuando te encuentres en medio del tedio y la rutina, detente un momento y pregúntate: ¿estoy realmente viviendo o solo estoy sobreviviendo? Si la respuesta es la segunda opción, entonces es hora de abrazar la locura y transformar tu vida en una obra maestra. Debemos atrevernos a ser diferentes, a abrazar pasiones y a seguir nuestros sueños más salvajes. A veces, la vida nos golpea con fuerza y nos desafía de maneras inimaginables. Pero son precisamente esos momentos de caos y locura los que nos revelan nuestra fuerza interior y nos permiten crecer. ¿No?
─Bueno, sí ─no sé si mis palabras salieron con la suficiente convicción─. Quizás la verdadera locura sea conformarse con una vida monótona y predecible. Y aquellas personas que nunca enloquecen, que nunca se permiten salir de su zona de confort, son las que realmente llevan una existencia triste y tediosa.
Juanai prosiguió:
─Sí. Así que, no temas enloquecer de vez en cuando. Salta a lo desconocido, busca nuevas experiencias y haz de tu vida una obra de arte llena de momentos vibrantes y emocionantes. Recuerda que solo tenemos una vida para vivir y sería un desperdicio no aprovecharla al máximo. No te dejes atrapar por las cadenas de la normalidad y el conformismo. Rompe los límites, desafía las expectativas y descubre quién eres realmente.
Después de un corto silencio añadió:
─Puede que el camino hacia la locura sea incierto y a veces aterrador, pero también es el camino hacia la autenticidad y la plenitud. Creo que eso es lo quería decir Bukowsky. No hay que tener miedo a enfrentarnos con nuestros miedos, de arriesgarnos y explorar territorios desconocidos. A lo mejor, en la locura, encontramos el verdadero yo, librados de ataduras de la sociedad y de expectativas impuestas.
Juanai me había descolocado, me fui pensando en no hay que temer enloquecer de vez en cuando y saltar a lo desconocido, buscar nuevas experiencias y hacer de nuestra vida una obra maestra llena de momentos vibrantes y emocionantes. Quizás debamos recordar a diario que solo tenemos una vida y que sería un crimen no aprovecharla al máximo.
¿Nos hemos dejado atrapar por las cadenas de la normalidad y el conformismo? Rompamos los límites, desafiemos las expectativas...
Ni Juanai, ni Bukowsky, me dejaron dormir bien aquella noche.
¡Interesante planteamiento vital...! Aunque reconozco que no me atrevería a romper mi aburrida cordura...
ResponderEliminarComprendo que entre el loco y Bukowsky no hayas podido dormir. 😂🤣
ResponderEliminar¡Me ha encantado! ¿Seguirás contando la historia de Juanai?
ResponderEliminar¡Venga, anímate!
Un abrazo.