El último párrafo que leí consciente fue: «Maté cuatro moscas mientras esperaba. Maldita sea, la muerte está en todas partes. Ni hombres, ni pájaros, ni fieras, ni reptiles, ni roedores, ni insectos, ni peces, ninguno tenía una oportunidad. El final estaba fijado. No sabía qué hacer. Me empecé a deprimir. Ya saben, veo al dependiente del supermercado metiendo en la bolsa lo que he comprado y a continuación le veo metiéndose en su propia tumba junto con el papel higiénico, la cerveza y las pechugas de pollo». Ahí me quedé dormido.
Estuve leyendo “Pulp”, un enredo impresionante de Bukowsky. Creo que es la última novela que escribió en la que se combinan humor, tragedia, lo real y lo surrealista. Un extraño homenaje al género denominado “literatura pulp” de mediados del pasado siglo. No obstante poco puedo decir, todavía voy por la página 66.
En realidad buscaba una frase para iniciar la conversación de hoy con Juanai. Al despertar la encontré en otra de sus obras: «A veces sales de la cama en la mañana y piensas que no lo podrás lograr, pero te ríes por dentro porque recuerdas todas las veces que te has sentido de esa forma».
Cuando me encontré en su esquina con él se la dije, sin ni siquiera darle los buenos días.
─Oye, Juanai, a veces sales de la cama en la mañana y piensas que no lo podrás lograr, pero te ríes por dentro porque recuerdas todas las veces que te has sentido de esa forma.
─Esa sensación, mi amigo, es el motor de la vida ─dijo riendo. Esas mañanas en las que todo parece imposible son las que te recuerdan que estás vivo, que estás dispuesto a enfrentarte a los desafíos que se te presenten.
─¿Sabes que es una frase de Bukowski?, ¿no?
─Claro que sí.
─Es curioso cómo la duda y el miedo pueden ser nuestros compañeros más constantes. ¿No crees que a veces se convierten en nuestros peores enemigos?
Se quedó mirando a lo largo de la calle, había como un conflicto entre dos conductores y la fila de coches se iba engrosando hasta casi llegar a la esquina de Juanai.
─Sin duda. La duda y el miedo son como sombras que nos persiguen a lo largo de nuestras vidas. Pero, paradójicamente, también son fuentes de fortaleza. A través de esos momentos de incertidumbre, nos encontramos a nosotros mismos, descubrimos nuestra resistencia y aprendemos a reírnos de nuestros propios miedos.
─¿Tú crees que la risa es la clave para superar esos momentos de duda?
─La risa, mi amigo, es una poderosa arma contra la adversidad. Reírnos de nuestras propias debilidades y miedos nos libera de su control. Nos permite enfrentar los desafíos con una perspectiva diferente, con un sentido de valentía y desafío. La risa nos recuerda que, a pesar de todas las veces que hemos sentido que no lo podríamos lograr, hemos seguido adelante y hemos sobrevivido.
Y comenzó a reír, aunque pienso que la risa le salía un tanto forzada. Cuando acabó con sus carcajadas de ficción le dije:
─Entonces, ¿la risa es una especie de rebelión contra nuestras propias limitaciones?
─Exactamente. La risa es una forma de rebelión contra nuestras propias limitaciones y contra las expectativas impuestas por el mundo. Nos permite desafiar las circunstancias, encontrar belleza en medio de la oscuridad y seguir adelante incluso cuando todo parece estar en nuestra contra.
Un poco intrigado le pregunté:
─¿Cuál crees que es la clave para mantener ese sentido del humor?
─La clave, mi amigo, es no tomarse a uno mismo ni a la vida demasiado en serio. Aprender a reírse de uno mismo, de nuestras fallas y fracasos, nos permite abrazar la humanidad en su totalidad. El humor es una forma de aceptación y de liberación. Nos ayuda a encontrar consuelo y a seguir adelante, incluso en los momentos más oscuros.
Se tomó un respiro y luego añadió:
─Recuerda, amigo, que el humor y la capacidad de reírnos de nosotros mismos son poderosas herramientas para enfrentar los desafíos de la vida. Hay que seguir riendo, seguir luchando y nunca rendirnos...
Esto se pone bueno, el personaje tiene su punto y engancha. Creo que le puedes sacar mucho provecho. ¡Adelante!
ResponderEliminarUn abrazo.
5 de julio de 2023, 17:23
Me gusta, creo que la risa es una buena terapia, pero la vida, y nuestras acciones, hay que tomárselas en serio, bueno, mejor que eso, es que hay que meditarlas.
ResponderEliminarFeliz miércoles.😘😘
Me ha gustado mucho, son mis temas preferidos.
ResponderEliminarAunque conozco a Bukowsky -de nombre- desde hace años nunca he tenido ocasión de leer ninguna de sus obras. Has logrado que me interese por su literatura y ahora acabo de pedir dos libros de él, uno es "Pulp" y el otro se titula "Las campanas no doblan por nadie". Creo que voy a disfrutar con la lectura, ya te comentaré.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias.
Estoy muy de acuerdo con lo que Bukowsky opina de la generalidad de la televisión.
ResponderEliminarNo he leído nada de Bukowsky, pero creo que tengo algún libro de él. Miraré a ver. Verdaderamente ése primer párrafo es descacharrante. Es como plasmar en palabras la multitud de pensamientos que a veces nos vienen a la mente al contemplar una situación cualquiera, y que nos arranca una sonrisa. Una especie de escritura automática. Además de considerar las dudas y los miedos como enemigos creados por nosotros mismos, la frase que más me ha gustado es: "la risa es una especie de rebelión contra nuestras propias limitaciones". Redonda.
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