sábado, 30 de diciembre de 2023

Las abuelas

      Ayer, presencié ─quizás─ mis dos momentos más conmovedores de todo el año, los cuales me colmaron de emoción y provocaron que me brotaran algunas lágrimas. En el primero, mi nieta Emma de diez años exhibió una generosidad excepcional al hacer impecablemente la cama de su abuela enferma y acompañarla mientras caminaba por la casa, ofreciéndole apoyo y dirección. En el segundo, el niño ─Carlos─ de doce años, demostró una solidaridad admirable y una madurez impresionante al convertirse en el soporte y báculo de su abuela para permitirle realizar suaves ejercicios y moverse un poco. Estos actos desinteresados y llenos de amor iluminaron mi jornada, reafirmando la importancia y belleza de los lazos familiares. Asimismo, subrayan la tremenda relevancia de inculcar valores de misericordia y compasión a los niños desde una edad temprana.

2 comentarios:

  1. He pedido a mi nieta Irene -9 años- que lea a su abuela la última frase. Ambas se han emocionado. Gracias maestro.

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