Hoy es la Nochebuena y no quería dejar este día sin una reflexión fuerte, de esas que a algunos les puede dejar algo de poso. ¿Pretensión vana? No lo sé, en realidad tampoco tiene demasiada importancia. Uno piensa lo escribe y lo lanza al aire, no hay más.
Cuando uno se va haciendo mayor y lleva años jubilado ─no me llega a gustar mucho esta palabra, a pesar de lo del “júbilo”─, la persona mayor ─el gran adulto─ se ve, de nuevo, en la encrucijada de reestructurar su existencia de manera completamente distinta.
Para muchos comienza una fase inexplorada hasta entonces, liberados de la implacable presión del tiempo y los compromisos diarios, despojado de las infinitas ocupaciones obligatorias que antes regían la vida. Desde luego, que finalmente, se experimenta la libertad de haberse desprendido del peso de producir, rendir o triunfar, parece que se ha dado el paso al momento propicio para dedicarse a los anhelos postergados durante años.
Nos retiramos, y aparentemente, se amplía el horizonte de la vida, avivando nuevas expectativas. Sin embargo, pasan los años, y en transcurso de los mismos, todos vamos percibiendo la proximidad del "límite", esto nos va generando una sensación peculiar. A pesar de contar con más tiempo y libertad que nunca, la limitación impuesta por la edad se hace patente, señalando el inevitable camino hacia el final.
¿Cómo afrontar este momento tan trascendental de la existencia?
¿Cómo abrazar esta etapa de la vida?
En fin, uno piensa y lo lanza al aire, no hay más...
Ahora me viene a la memoria una frase que bien pudiera ser de Bukowski: “Sólo hay un pecado, vivir a expensas de lo que los demás piensen de ti”.
¡Feliz Nochebuena hermanos!
Un fuerte abrazo.
Jo¡¡ Ignacio me has dejado apantallado. Si te digo la verdad pienso en el final como lo escribes y mientras tanto, los límites nos lo impone los años insistentemente. Es penoso. Un abrazo y feliz Navidad.
ResponderEliminarGran y transcendental reflexión, de las que te tocan de verdad.
ResponderEliminarYo afrontaría esta recta final, dejándome fluir con serenidad y recordando la cantidad de etapas que has vivido; así verás que tu vida ha sido larga y fructífera… ¡y ya está!
👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
ResponderEliminarMe gusta mucho Ignacio. Navidad es todo el año, es cada vez que amamos al prójimo, cada vez que perdonamos, y cada vez que morimos un poco para que otros vivan.