martes, 7 de enero de 2025

La luz tras la oscuridad


      Al acabar este escrito no supe cómo titularlo, sólo se me ocurrió la cursilada de llamarlo: “La luz tras la oscuridad”. Estuve pensando otros, pero al final me quedé con éste, no tenía ganas de seguir entretenido en la nimiedad de una frase para un título de nada. Recién acabadas las fiestas, tampoco sabía muy bien sobré qué escribir, me han regalado libros suficientes para una buena temporada y bebidas como para terminar totalmente alcoholizado.

      Pienso que en las pasadas fiestas es inevitable enfrentarse a momentos de tristeza o desilusión. Estos periodos oscuros, aunque dolorosos, tienen una cualidad transitoria. Así como el invierno es una estación que prepara la tierra para el renacimiento primaveral, nuestras adversidades tienen el potencial de ser catalizadores de un cambio positivo. Las estaciones de la vida nos recuerdan que todo es temporal y que, tras la tormenta, siempre emerge un nuevo día lleno de posibilidades. Se me ocurre decir que la vida, con sus constantes altibajos, es un reflejo de lo que llevamos dentro. Más que ser una simple sucesión de situaciones y acontecimientos, nuestras experiencias existenciales son un espejo que nos devuelve nuestra propia esencia. No obtenemos de la vida lo que deseamos, sino aquello que estamos preparados para recibir según quiénes somos en nuestro interior. Ante la adversidad (y los subsiguientes desengaños), nos encontramos ante una perspectiva que puede ser una herramienta poderosa para transformar el sufrimiento en el crecimiento. Bueno, al menos, así lo creo yo, aunque tampoco estoy seguro del todo; quizás por eso escribo. Una vez leí algo así: La duda solo se acaba mediante el trabajo”.

      ¡Ay, los desengaños....! Los desengaños son unos paquetes adjuntos que siempre trae la adversidad, creo para superar el desengaño, es fundamental aprender a confiar en este ciclo natural. Las heridas emocionales, aunque profundas, no son permanentes si permitimos que sanen con el tiempo y la introspección. El invierno de nuestra tristeza puede parecer eterno, pero es precisamente en esos momentos cuando se siembran las semillas de la esperanza. Es cierto que cada amanecer nos muestra que, aunque la noche haya sido oscura, los rayos del sol regresan con fuerza, trayendo hacia atrás claridad y renovación.

      Sin duda, este proceso exige una actitud activa, ¿no? Pienso que no se trata solo de esperar pasivamente a que el tiempo cure las heridas, sino de trabajar en nuestra percepción y desarrollo personal. Desde luego me parece que cultivar la gratitud por lo aprendido en la adversidad, mantener una actitud adecuada y rodearse de personas que aporten luz a nuestra vida son pasos esenciales para avanzar.

      El desengaño, casi siempre, puede dejar cicatrices, pero también enseña lecciones valiosas sobre nuestras prioridades, nuestras expectativas y nuestra capacidad de adaptarnos. Al final, las experiencias difíciles nos moldean, permitiéndonos emerger más fuertes, más sabios y con una perspectiva renovada sobre lo que realmente importa.

      En última instancia, la superación de la adversidad radica en abrazar el cambio como parte inevitable de la existencia. Debemos confiar en que los inviernos de la vida darán paso a veranos de bienestar. Aunque sea a la fuerza, necesitamos estar convencidos de que cada día, incluso el más oscuro, contiene la promesa de un amanecer... 

      En ese ciclo eterno reside la belleza de la vida y nuestra capacidad de transformación.

3 comentarios:

  1. Me ha encantado, gracias a eso la vida nos seduce, y superamos los problemas que se nos presentan.

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  2. Creo que éso lo aprendemos a base de experiencias y tiempo, cuando se llega a convertir en hábito pensar, enmedio de la adversidad, que mañana volverá a salir un hermoso sol. Quizás pueda llamarse también confianza y fé.

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  3. Me gusta mucho esa frase monumental: " ¡Ay, los desengaños....! Los desengaños son unos paquetes adjuntos que siempre trae la adversidad".
    Se habla poco de los desengaños, y la misma vida lo es.

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