
Hoy nuestra sesión de charla ha sido muy completa, hemos hablado por “Zoom”. Briseida desde Alemania, Kimura desde su Japón y el pastor Cooper George Wright en la lejana Nueva Zelanda. Claro, y un servidor desde aquí. No sé cómo surgió el tema del “respeto” ─o más bien el de la sacralización del respeto─. Todos estuvimos de acuerdo en aceptar que en la sociedad actual, la palabra "respeto" se ha convertido en un término recurrente en discursos, debates y medios de comunicación. Es común escuchar a distintas personas hacer un llamado al respeto, ya sea en programas de televisión, redes sociales o en el ámbito cotidiano. Sin embargo, ¿realmente comprendemos el significado profundo de esta palabra? ¿O simplemente la utilizamos como una muletilla que encubre una actitud de indiferencia ante las diferencias?
También llegamos a la conclusión de que el abundante el empleo del término "respeto" es para justificar una postura de neutralidad absoluta, casi como un acuerdo tácito de no interferencia: "Tú con tus creencias y yo con las mías, y que haya paz". Este uso del respeto, aunque en apariencia positivo, puede reducirse a una simple estrategia para evitar conflictos, sin implicar un verdadero esfuerzo por comprender al otro. El pastor Cooper G. dijo que la idea de respeto se desvirtúa cuando se usa como una excusa para evitar el diálogo o para no cuestionar posturas que podrían enriquecerse a través del intercambio de ideas.
A mí se me ocurrió decir que, en contraste con este uso superficial del respeto, existe un concepto que ha caído en desuso pero que guarda una relación estrecha con su significado original: "tener miramiento". Y que se trata de una expresión va más allá de la simple tolerancia; implica una consideración real hacia los demás, una actitud que nace de la empatía y del reconocimiento de la dignidad del otro. Mientras que el respeto, entendido de manera pasiva, puede significar simplemente no interferir ni cuestionar, el miramiento implica una acción consciente de atención y cuidado hacia los demás.
A Briseida también le gustó lo de “tener miramiento” y añadió:
─Es verdad eso. “Tener miramiento” con los demás significa reconocer sus circunstancias, ser capaces de ponernos en su lugar y actuar en consecuencia. No se trata solo de aceptar la diversidad, sino de esforzarnos por entenderla y valorarla de manera genuina. Esto supone un cambio en nuestra manera de relacionarnos, pasando de una indiferencia disfrazada de respeto a una actitud activa de consideración y sensibilidad.
Kimura nos ha hablado largo y tendido sobre el “respeto”. Nos contó que el concepto de "respeto" en la cultura japonesa es complejo y multifacético, arraigado en una rica tradición de valores confucianos y budistas. Él cree, que a diferencia de las culturas occidentales, donde el respeto a menudo se asocia con la igualdad y los derechos individuales, en Japón, el respeto se entiende principalmente como una forma de armonía social y jerarquía. Y se manifiesta a través de una serie de comportamientos y rituales que reflejan la importancia de la jerarquía, la cortesía y la empatía en la sociedad japonesa.
La conversación ha sido extensa y fructífera, mi conclusión va por la línea de que en un mundo donde la comunicación está cada vez más mediatizada por las redes sociales y la tecnología, es fácil caer en una versión simplificada ─e incluso me atrevo a decir vulgar─ del “respeto”. No obstante, si realmente queremos construir una sociedad más armónica, quizás sea momento de rescatar valores como el “miramiento”, que nos invitan no solo a convivir en paz, sino a hacerlo con una verdadera intención de entendimiento y aprecio por los demás.

¡Es totalmente cierto! Miras la televisión un rato y pronto se verá a algún patán (o patana) enarbolando la palabra "respeto" en plan descubrimiento de América, exigiendo consideración para cualquier barbaridad dicha o hecha.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. El respeto se ha perdido. Ahora la prioridad es vivir y no se enseña aquellos principios familiares ni hay una asignatura que "se llamaba URBANIDAD"
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu artículo, tienes una habilidad increíble para filosofar sobre los aspectos más corrientes de la vida.
ResponderEliminarUno de los puntos más valiosos del texto de hoy es ver cómo exponen la tendencia que existe hoy a trivializar el "respeto", convirtiéndolo en una simple muletilla que, lejos de fomentar el entendimiento, puede servir para evadir el diálogo y el enriquecimiento mutuo. La incorporación de la visión japonesa sobre el respeto añade profundidad al análisis, mostrando que este concepto puede variar enormemente según el contexto cultural.
Creo que el artículo nos invita a una reflexión sobre cómo nos relacionamos con los demás en un mundo dominado por la tecnología, proponiendo rescatar valores más auténticos como el "miramiento". Es un enfoque acertado y necesario en una época donde la comunicación rápida y digital puede llevarnos a simplificar en exceso conceptos fundamentales para la convivencia. Un abrazo.
La palabra "respeto" es cierto que últimamente se usa mucho como muletilla, pero para mí es algo mucho más profundo, me identifico más con el uso que le da tu amigo Kimura.
ResponderEliminarEl respeto es una cosa, y el aceptar diferentes formas de ver, y aceptar los hechos, o las ideas, es otra cosa diferente.
Buenos días. ¡Qué gran lección para convivir, en una paz activa y enriquecedora...! Muchas gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarEs cierto lo que dices, la palabra "respeto" se ha banalizado tanto que ha perdido su significado original. El "miramiento" es verdad que parece recobrar el sentido genuino de lo que siempre se ha considerado como respeto, que es tener en cuenta al otro para no ofenderlo ni menospreciarlo.
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