lunes, 7 de octubre de 2019

La anécdota de Shaw y mis nietos


     Los niños pequeños siempre son sorprendentes, ayer me pidieron que les contara un cuento de los que yo me invento para ellos. Suelen ser cuentos un tanto surrealistas en los que evito poner un final y les propongo que ellos piensen en finales posibles; pueden ustedes suponer que eso les estimula bastante la imaginación. Sin embargo, ayer, se me ocurrió contarles una anécdota adaptada en plan de chiste. Básicamente la historieta era la siguiente atribuida al célebre dramaturgo irlandés George Bernard Shaw:
     Una bellísima actriz de teatro abordó un día a Shaw, en esos días ya era bastante mayor y hacía poco que le habían concedido el Premio Nobel de Literatura. Su aspecto no era precisamente el de un hombre atractivo y agraciado. La actriz le dijo:
     ─Usted y yo deberíamos tener un hijo. Sería una criatura perfecta, tan hermoso como yo y tan inteligente como usted, sería ideal.
     Lanzándole una mirada circunspecta Shaw le respondió:
     ─Es probable... ¿Pero puede usted imaginarse que salga con mi cara y su inteligencia?
     Creía que no lo iban a entender, tardaron un poco en reaccionar y después empezaron a reír, a casi llorar de risa.
     Me quedé mirándolos muy asombrado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario