sábado, 2 de abril de 2022

La neuroplasticidad necesaria

      Al principio uno intenta capear el temporal y seguir como siempre, como si tal cosa no ocurriese, pero es inútil; si la embestida es fuerte hay que alterarlo todo. Otro ritmo, otro camino, otra vía...

      Hace ya unas semanas que no salía por aquí a contar algo en mi blog. Lo he tenido abandonado y no he tenido humor ni ganas para expresarme y comentar algo. Todos sabemos que a veces la vida da un vuelco y todo cambia, los ritmos de ayer no valen y hay que emprender otros caminos. Algo de esto me ha sucedido y he visto en primera persona como el advenimiento de unas circunstancias adversas obligan a variar la letra y música de la vida.

      Realmente, en este intervalo de tiempo que he estado fuera de presencia en el blog, han sucedido muchas cosas; cosas ─algunas trágicas─ que ahora no voy a relatar, pero que han sido determinantes para rotar el timón y cambiar de rumbo.

      Neuroplasticidad. Eso es, neuroplasticidad...

      Ahora pensaba en eso, ¿cómo se adapta nuestro cerebro a los cambios drásticos?

      La neuroplasticidad se define de una forma simple como la capacidad que posee el cerebro para recuperarse, reestructurarse y adaptarse a nuevas situaciones. Es la mente que se proyecta sobre la materia. O, quizás, es algo más que eso, es la propia mente que se transforma en materia cuando nuestros pensamientos generan nuevos crecimientos neuronales. Hay que modificar, variar, la neuro-estructura, construir una nueva.

      Todos nuestros pensamientos, miedos, preocupaciones, inquietudes y esperanzas se encuentran en las neuronas de nuestro cerebro. Así que no hay más remedio, habrá que ganar “musculatura” neuronal para la batalla que viene. Y a esto nos ayuda la neurociencia. Sé perfectamente que para crear una potente ─y nueva─ neuro-estructura hay que evitar los traumas y el estrés emocional porque estos elementos activan la producción de glucocorticoides en el cerebro y esas sustancias inhiben la neurogénesis. Así que vamos a calmarnos.

      En fin... Esto no es nada más que un intento de hallar una pizca de serenidad, no sé sí es, o no es, válido, pero es eso; un pequeño desahogo, algo de calma...

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