lunes, 25 de abril de 2022

Neurociencia y patologías

      Esta mañana en el bar, mientras consumía un reconfortante y opíparo desayuno con unos amigos que siguen mi 'blog', me animaban ellos a seguir tratando ─y estudiando─ sobre las neurociencias y me pedían que escribiese algo sobre las neurociencias clínicas; esas que se refieren a la rama de la medicina que se centra en el sistema nervioso.

      Me excusé, como es lógico, diciendo que ese era un tema de especialización médica en el que no me gusta entrar, comenté también que en realidad es asunto de muchas especialidades médicas: neurólogo, neuropsicólogo, neurocirujano, psiquiatra, radiólogos y otros.

      No es demasiado sorprenderte ver el interés (casi se podría decir "interés popular") que hay por las patologías del sistema nervioso central (SNC). Todo lo relativo al cerebro y a la médula espinal ─que son el “centro de procesamiento” de todo el sistema nervioso─ afecta a muchas personas directa o indirectamente. Según algunas estadísticas la enfermedad de Alzheimer figura como la primera causa de demencia neurodegenerativa en el mundo, eso supone que sea un problema sanitario necesitado de especial consideración. Y debido a que los casos de esta enfermedad aumentan muchísimo a partir de los 65 años, el progresivo envejecimiento de la población española hace que la estadística sea aún más dramática. En España, entre un 3 y un 4% de la población de entre 75 y 79 años está diagnosticada de Alzheimer, unas cifras que aumentan hasta el 34% en mayores de 85 años.

      Además, la Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que alrededor del 15% de la población mayor de 65 años padece deterioro cognitivo leve y que, en el 50% de los casos, sería debido a la enfermedad de Alzheimer.

      Otro de mis amigos comentó:

      ─¿Y el Parkinson?

      Medio en broma y medio en serio le dije que no me gusta hablar de estos temas y después le respondí:

      ─La enfermedad de Parkinson también es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta al movimiento. Los síntomas comienzan poco a poco. A veces, se inicia con un temblor que apenas se nota en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque la enfermedad también suele causar rigidez o disminución de las capacidades de movimiento.

      Uno de mis amigos levantó su mano derecha y se quedó muy atento mirándola. Pasados unos instantes de su contemplación dijo:

      ─Los tres hemos pasado ya, de sobra, los 65 tacos.

      ─¡Pues aquí estamos! ─exclamó el otro.

      Quise cambiar de tercio y les comenté:

      ─Voy a pedir ahora un café solo bien cargado.

      Me miraron con cara un poco extraña y entonces añadí:

      ─¿Sabéis que algunas investigaciones pretenden haber demostrado que las personas que consumen cafeína contraen la enfermedad de Parkinson con menos frecuencia que las que no lo hacen? Y dicen también que té verde también está relacionado con un riesgo menor de tener la enfermedad de Parkinson.

      Manuel dijo con énfasis:

      ─Yo no me creo esas cosas.

      ─Haces muy bien ─dije yo─. Todavía se desconoce si la cafeína en realidad previene la enfermedad de Parkinson, o si está relacionada con ella en algún aspecto. Hoy por hoy, no existen evidencias suficientes que indiquen que tomar bebidas con cafeína tenga un efecto protector contra el Parkinson.

4 comentarios:

  1. Con lo hipocondriaco que soy llevo ya un buen rato mirándome la mano. De todas formas ahora me voy a tomar un buen cafelito con cafeína; por si acaso.

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  2. La siguiente noticia recoge una información publicada en la revista científica "Neurology" que desmiente el asunto de la cafeína como 'protector' frente a la enfermedad de Parkinson. Los supuestos efectos beneficiosos de la cafeína fueron desmentidos en 2017.
    La cafeína no alivia el Parkinson

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  3. ¿Es lo mismo el deterioro cognitivo que la demencia?
    Gracias por sus escritos.

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    1. La demencia es una palabra que se usa para indicar un conjunto de síntomas que indican la existencia de perturbaciones en la memoria, en la capacidad de pensar y en las habilidades sociales; y que tienen la suficiente gravedad como para interferir en la vida cotidiana del que la sufre.
      La demencia como tal no es una enfermedad específica, aunque existen una serie de enfermedades que pueden provocar demencia. La demencia es un deterioro cognitivo grave, pero existe también el llamado deterioro cognitivo leve que es el debido al envejecimiento normal.

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