Desde que escribí el artículo de homenaje y recuerdo a mi amiga Ángela (“EL ROSARIO DE...”) me han regalado tres rosarios, dos anónimos y uno en mano, los dos de origen desconocidos han sido depositados en el buzón de correos, uno bien envuelto en papel coloreado y el otro suelto, dejado tal cual. Es obvio que los agradezco ambos. El tercero me lo ha dado ─en mano también─ una amiga y, a su vez, me daba las gracias por el artículo “EL ROSARIO DE ÁNGELA” diciéndome que le había llegado muy hondo.
En fin,... de no tener ninguno he pasado a tener cuatro, ¡bienvenidos sean!
Hace unos minutos (de ahí he sacado la idea para este escrito) otra de mis amigas me ha preguntado:
─¿Tú sabes rezar el rosario?, ¿lo has rezado alguna vez?
Le contesté que sí, que lo había rezado, pero que hace sesenta o más años. Era cuando estudiaba en la provincia de Valencia, vivía en una casa particular en la que rezar el rosario era un diario y, a veces, me apuntaba y lo rezaba yo también, sobre todo porque lo hacían al lado de la chimenea y había un calor muy agradable. También me relajaba un rato y descansaba de estudiar.
Mi amiga, supongo que arrugando la frente, ha preguntado de nuevo:
─¿Están bendecidos esos rosarios?
─¡Ahí me has pillado! ¡No tengo ni idea! En realidad no sé si se bendicen o no, no lo sé. ¿Tiene más valor uno que otro? ¿Varía la efectividad en el rezo?
Ella comenta que se los llevará un día y que me los devolverá bendecidos los cuatro y que no importa si ya lo estaban, serán bendecidos otra vez.
Le agradecí el detalle y de nuevo repitió:
─Pero, ¿sabes rezarlo?
Le dije que tenía alguna idea de cómo era, pero que ni sabía los misterios y mucho menos la larga letanía, aunque me gustaba aquel latín y la cadencia del “Ora pro nobis”.
─¡Qué antiguo eres! ¡Ya no se utiliza la letanía en latín!
─¡Pues lo tengo claro! ¡O en latín o en nada!
Ella reía y dijo:
─Mira, te voy a regalar la medalla de San Benito, rosarios ya tienes cuatro.
─¿Sirve para algo? ¿Qué utilidad tiene? ─pregunté con la desfachatez del profano.
Me volvió a mirar con conmiseración indisimulada y respondió:
─Además de su significado religioso, la cruz de San Benito también es un símbolo de protección y de buena suerte. Los creyentes estamos convencidos que protege contra el mal y que trae paz y consuelo a quienes la llevan. ¿Te vale? Además es el Patrón de Europa.
─¡Claro, me vale! ¡Muchas gracias!
En primer lugar: rosario significa corona de rosas. Hay quien pregunta porqué esa reiteración del rezo de Aves María en el Santo Rosario. Pues hay una fervorosa explicación: cuando los Misterios eran tres: Gozosos, Dolorosos y Gloriosos; en total eran 150 Aves María. Tiene su origen en un monje lego dominico, que debido a su escasa preparación, no sabía seguir el rezo de los 150 Salmos del Salterio.Y lo sustituyó por un Ave María por cada Salmo. Al morir encontraron su cuerpo delante de una imagen de la Virgen, a cuyos pies se encontró una corona de rosas, que nadie del convento afirmó haberlas colocado. Creo que es un relato que viene bien para esos "Cuatro rosarios y otro de regalo". Buenas noches.
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