Este día ─el primero del año 2023─ es día de descanso reflexivo. Entra por los cristales un día claro de sol, pero no tengo ganas de salir a pasear, prefiero escuchar ─de fondo─ el concierto clásico de año nuevo.
Quizás estoy perdiendo el contacto con la naturaleza, con mi propia naturaleza, con esa profundidad interior más íntima de mi mismo; no sé bien. O será que los seres humanos estamos sufriendo un estilo de vida enfermizo, un ritmo de vida demasiado veloz, una naturaleza contaminada y damos un excesivo valor a lo superficial. ¿Somos los enfermos de una sociedad enferma?
Vivimos ─así lo percibo hoy─ un mundo extraño, raro. Un mundo donde con dinero se puede comprar cualquier cosa: la felicidad a cambio de unas noches de hotel con “spa”, una casa de segunda mano cerquita de una playa o un paraíso de ficción por medio de un viaje a alguna isla del Caribe.
Es curioso que la ciencia y la tecnología nos estén poniendo en cotas muy altas, incluso alcanzando las estrellas, pero no se ha logrado hacer felices a los habitantes de la tierra; ni siquiera dar de comer y beber a todos.
Con nuestras creaciones fantásticas y complejas, los seres humanos corremos el riesgo de convertirnos en seres con cantidades ingentes de toda clase de conocimientos pero sin una "cultura del corazón" y sin una “cultura de la ética” y, en lo más profundo de nosotros mismos, estamos petrificados, sentados y estáticos en una piedra del viejo neolítico. Nuestra percepción del mundo se pierde y muere en un progreso que limita la libertad del hombre y lo programa desde el nacimiento hasta la muerte. Nacer y morir son, nada más, dos ideas entremetidas en el lenguaje de unas tecnologías que desconocen el misterio de la condición humana.
Muy probablemente sea así: somos los enfermos de una sociedad enferma.
Y no digo nada nuevo...
¡Qué excelente reflexión para empezar el año! ¿O quizás deberíamos utilizarlo para empezar cada día y no olvidarlo?
ResponderEliminarMe ha encantado !!
ResponderEliminar👏👏
Feliz Año nuevo para toda la familia! 😘😘
Buen año 2023 !!!
ResponderEliminarPues llevas mucha razón, Ignacio. Hemos perdido tantas cosas en tan poco tiempo, que a veces el pájaro de la tristeza anida en nuestro cabello muy a nuestro pesar. Esperemos que decida alzar pronto el vuelo.
Un afectuoso abrazo !!!
No estoy de acuerdo. Sentimos con frecuencia la felicidad: los abrazos, ¿Quién no lo ha sido con los de los nietos? Y tú, admirador de Borges...que decía que el paraíso debía tener forma de biblioteca, o de blog, añado. Pues eso, leerte son momentos de felicidad
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