domingo, 30 de junio de 2019

Una inmensa artimaña


    Esto de tener un 'blog' personal en el que vuelcas muchas reflexiones siempre nos genera un poco de ansiedad e incluso algo de adicción. Esta mañana me levantaba muy temprano ─demasiado para un jubilado que se puede levantar a la hora que le dé la gana─ dándole vueltas a la cuestión que traté en un 'post' anterior (Los "hechos" y las"opiniones", lo de siempre). Durante varios días he puesto especial atención en ver el revoltijo que nos hacemos ─todos─ entre la realidad y las opiniones que tenemos sobre esa realidad. Repito, todos lo hacemos en mayor o menor medida. Generamos un amasijo entre los hechos y un conjunto de idealizaciones, deseos, ensoñaciones, anhelos e, incluso, ambiciones que nos merman totalmente el buen juicio y la perfecta aplicación de la lógica. La consecuencia suele ser nefasta, al final no sabemos cuál es la realidad.

    Es frecuente ver que mucha gente se lamenta constantemente de las afrentas que recibe de los demás, de su mundo externo. Se quejan de los políticos y los empresarios, de los jefes, de los vecinos o de la ingratitud de la familia... Sufren y padecen, pero ¿hacen algún esfuerzo para impedirlo?
    Posiblemente estas personas no han entendido aún que casi todo (o todo) en nuestra vida participa de un juego de manipulación continuada ─así lo denominan algunos autores─  una inmensa artimaña, en la que cada uno es contrincante de otro. Sucede que o manipulamos o somos manipulados, es así. Aquel que no quiere reconocerlo tiene pocas probabilidades de llegar a alcanzar alguna porción de felicidad en su vida.

3 comentarios:

  1. Así es Ignacio, creo que esa es la realidad.

    ResponderEliminar
  2. Pues si, Ignacio, tienes razon, manipulamos o nos manipulan,Unque mejor sería decir n anipulanis y nos manipulan. Ese es el juego. Tratamos de justificamos apoyándonos en recuerdos, deseos, temores, etc. Nunca podemos estar seguro de cual es la realidad ni lo correcto ni lo verdadero y lo falso. Estamos demasiado inmersos en la sociedad en la que vivimos. Pero bueno, podría ser peor.

    ResponderEliminar
  3. Siempre lo hice, a mi manera, ése fué el error, me falto un buen Maestro.

    ResponderEliminar