Dicen que vivimos en tiempos de un
exacerbado relativismo, nos quieren convencer de que no hay nada absoluto y que
todo depende del color del cristal con el que se mire la cuestión que sea, pero
yo me resisto a pensar eso. Creo que hay verdades absolutas, o por lo menos tan
absolutas como las leyes de Newton en la física de lo cotidiano (sin irnos
hacia las sombras de la cuántica ni a las velocidades cercanas a la de la luz).
Y existen verdades absolutas sin tener que irnos, tampoco, a los pedregosos
terrenos de la metafísica. Mirad por ejemplo:
Jamás he conocido a nadie que haya
complacido a todos los que le han rodeado, jamás. Y también, si queremos,
podemos echar un vistazo a la historia del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario