miércoles, 12 de febrero de 2020

El fastidio de la realimentación


     Con nuestros cerebros y con nuestros pensamientos sucede una cosa que si la dejamos ir y dominarnos puede volvernos completamente locos.  A ver si el párrafo que sigue os suena de algo, mirad:
     «Nos perturbamos y ponemos nerviosos por algo que sucede en un momento de nuestra vida. Los nervios nos agitan y nos paralizan a la vez. En ese instante nos preguntamos por qué estamos tan trastornados. Enseguida nos vamos poniendo más ansiosos y neuróticos por el hecho de estar nerviosos, existe una especie de proceso de realimentación ─un “feedback”─ en el nerviosismo. Nos ponemos doblemente nerviosos, histéricos, en este momento ya en la angustia total...
     ¿Qué hago? ¿Me doy un chocazo contra la pared? ¿Dónde está la maldita botella de whisky?...»
     Por esa razón es importante que haya cosas que nos importen un bledo, un rábano, un pimiento... ¡A la mierda!... Y eso es lo que salvará al mundo. Y lo salvará cuando aceptemos que el mundo está totalmente fastidiado, y está bien, porque siempre ha estado así y siempre será así, ¿o no?



2 comentarios:

  1. Pues sí, Ignacio. Vivir en el momento ayuda a no "alimentar" a esas emociones negativas. Algunas verdades hay que dejar "que te resbalen".

    ResponderEliminar
  2. Es verdad, Ignacio, estoy de acuerdo. Si estamos angustiados, no somos eficaces, y además, las cosas realmente importantes no son muchas, pero nos necesitan serenos cuando hay que prestarles atención.

    ResponderEliminar