Con nuestros cerebros
y con nuestros pensamientos sucede una cosa que si la dejamos ir y dominarnos
puede volvernos completamente locos. A
ver si el párrafo que sigue os suena de algo, mirad:
«Nos perturbamos y
ponemos nerviosos por algo que sucede en un momento de nuestra vida. Los
nervios nos agitan y nos paralizan a la vez. En ese instante nos preguntamos por
qué estamos tan trastornados. Enseguida nos vamos poniendo más ansiosos y
neuróticos por el hecho de estar nerviosos, existe una especie de proceso de realimentación ─un “feedback”─ en el nerviosismo. Nos ponemos doblemente nerviosos, histéricos,
en este momento ya en la angustia total...
¿Qué hago? ¿Me doy un
chocazo contra la pared? ¿Dónde está la maldita botella de whisky?...»
Pues sí, Ignacio. Vivir en el momento ayuda a no "alimentar" a esas emociones negativas. Algunas verdades hay que dejar "que te resbalen".
ResponderEliminarEs verdad, Ignacio, estoy de acuerdo. Si estamos angustiados, no somos eficaces, y además, las cosas realmente importantes no son muchas, pero nos necesitan serenos cuando hay que prestarles atención.
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