No estoy educado en la lectura regular de
la Biblia y únicamente ─muy de vez en cuando─ miro algo en ella o consulto
alguna cosa. Quizá debería leerla más, no hay que olvidar que es la base de
nuestra, actualmente, maltrecha civilización occidental. Hoy me topé con este
proverbio, el 26:11, ¿saben que fue lo primero que pensé?... Pues pensé en un
pueblo necio que repite su necedad; es como un perro que vuelve a su vómito...
Ahora recuerdo una especie de anécdota de
un príncipe africano que visitó Inglaterra en viaje oficial y en la audiencia
con su majestad la reina Victoria, el príncipe le hizo una pregunta muy
significativa:
─¿Cuál es el secreto de la grandeza de
Inglaterra?
La reina mostró al príncipe una Biblia
bellamente encuadernada, y le dijo:
─Éste es el secreto de la grandeza de
Inglaterra.
¿Tendría razón la reina?
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