miércoles, 8 de julio de 2020

Centrándonos en "el tiempo"


     Intentaré primero reproducir lo que me comentó ─o criticó─ mi amigo respecto del artículo anterior en el que hablé algo, sólo una pincelada cultural, sobre los huracanes. Dijo, que sí, que estaba muy bien y que se había enterado de cosas interesantes, pero que a él lo que más le gustaba era predecir el tiempo y que lo que quería era saber qué tiempo íbamos a tener en los próximos días. Le miré un tanto perplejo.
     Desde luego, pensé, somos gente peculiar ─los españoles─. Queremos solucionar asuntos complejos con métodos de andar por casa, es decir, deseamos poder hacer pronósticos del tiempo sin tener las más mínimas bases de conocimiento de Meteorología y sin una idea medianamente clara de lo que es una borrasca, un anticiclón o una isóbara. Murmuré, bajito, un poco para mis adentros:
     ─Así nos pasa lo que nos pasa y así nos va.
    Él me oyó y aclaró:
     ─¡Algún truco habrá! ¿No? Siempre se ha dicho que los hombres del campo son los que más saben del ‘tiempo’, seguro que tendrán sus apaños.
     Sonreí con una punta de sarcasmo y le dije:
     ─Deja de decir sandeces e invítame a una cerveza, va haciendo calor, no tengo ganas de seguir oyendo tus continuas paridas mentales ─y añadí─ ¿No sería mejor que te dedicaras a “contemplar” las nubes? A lo mejor aprendes algo mirándolas.
      Ahora rió abiertamente.
      ─Sé de uno que aprendió economía en un par de horas y después se dedicó a contemplar nubes. Creo que no le ha ido mal, cobra un sueldo de por vida y viaja con frecuencia a Sudamérica.
      ─Sí, lo sé. Lo conocemos todos ─reí, también, con sorna.
      ─Anda, dime algún truquillo; de esos de los pájaros y las avispas.
      ─Bueno…, parece ser cierto que la conducta de algunos animales señala cambios en el tiempo en unas horas próximas. Los mecanismos del porqué de este comportamiento no se conocen, pero está bien constatado que ello sucede. Por ejemplo, la salida masiva de arañas y otros insectos indica la venida de mal tiempo; si tienes un patio o un jardín lo podrás observar seguramente. El vuelo rastrero de las golondrinas también es un indicador. He oído alguna vez que el canto de los gallos a deshora o cierta inquietud en el ganado pronostican mal tiempo.
      ─¿Y las gaviotas junto al mar? ─preguntó muy atento.
      ─Sí, es verdad, dicen también que el vuelo alto y hacia tierra firme de las gaviotas es señal de que viene mal tiempo. Y todo el mundo sabe que afecta a la sensibilidad de algunos enfermos. Los recién operados ven recrudecidos sus dolores al igual que les sucede a los reumáticos.
      ─¿Ves? Al final me das la razón, siempre hay trucos.
      Preferí callarme y no decirle la barbaridad que se me venía a la boca.
      Después de deleitarme con un buen sorbo de la cerveza fresca le señalé:
      ─¿Por qué no te compras un buen barómetro? Con su ayuda podrás hacer previsiones locales con ciertas garantías. O también puedes adquirir el higrómetro del fraile, ¿lo recuerdas? También te puede servir.



      ─¿Aún existe el higrómetro del fraile con su varita? Esa puede ser una excelente solución. Siempre me encantaba mirar al fraile con su capucha y su varita. ¿Lo venderán ahora?
      ─Busca en “Amazon”, seguro que lo encuentras. Pon en el buscador ‘higrómetro fraile’ ─le aclaré.
      Se quedó pensativo un rato y seguí terminando la cerveza.
     Después de su pausa, que no me pareció demasiado larga dijo:
     ─¿Me serviría también el «gallo portugués»?
     ─¡Claro! ─exclamé─. Seguro que te sería de gran utilidad. Entre el fraile y el gallo ya tendrías un centro avanzado de estudios meteorológicos equipado con la más alta tecnología.
     Sin hacer el más mínimo caso de mi burla preguntó de nuevo:
     ─¿Y con el barómetro que puedo hacer?



     ─Pues puedes hacer tres o cuatro cosas muy simples. Por ejemplo, si observas durante varios días una bajada lenta de la presión atmosférica te augura mal tiempo de larga duración. Si la bajada es rápida esto quiere decir que pasará una borrasca fuerte y breve. Así, también, una subida lenta de la presión promete buen tiempo.
     ─Estas cosas me gustan, son fáciles ─comentó mi amigo.
     ─Hay un refrán que dice: “Si el barómetro baja lentamente, gran viento presiente; cuando se eleva el viento se lleva”.
Ignacio Pérez Blanquer
Académico de Santa Cecilia

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho, Ignacio y una vez mas utiluzas el encuentro de dos personas muy distintas pero muy semejantes a la vez. El saber científico y el popular, frente a frente.

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