A mí me encantan las salidas para todo que
tiene mi amigo Kimura, su imaginación, sus conocimientos y su memoria no tienen
parangón. Ayer le pregunté algo sobre el Taichí mientras saboreábamos una taza
de té verde que él mismo preparó. No sé ahora cuál era la pregunta en concreto,
creo que se trataba de algo relacionado con un Taichí mental o algo así. Sí,
era eso, lo recuerdo porque él me había comentado sobre una modalidad del
Taichí que se puede hacer sentado.
Me miró con esa incipiente sonrisa
oriental indicadora inequívoca de que se va a burlar de mí.
Muy despacio y asegurándose de que mi
mirada seguía sus acciones empezó a verter más té en mi taza, llenándola y, no
conforme con eso, prosiguió vertiendo té derramándolo por la mesa poniéndolo
todo perdido.
Muy perplejo y sin poder contenerme
exclamé:
─¡Ya
no cabe ni una gota más! ¡¿No ves que está totalmente llena?!
─Pues esto es lo que os sucede a vosotros
los occidentales ─me contestó. Siempre estáis repletos de vuestros prejuicios,
opiniones y especulaciones.
Yo no salía de mi asombro, y él añadió
preguntando:
─¿Cómo puedo mostrarte lo que es el Taichí
a menos que primero vacíes tu taza?
Comencé a reír buscando, a la vez, algo
para reparar el desaguisado que me había montado en la mesa.
Después me contó que aquella anécdota estaba
inspirada en un hecho similar que protagonizó un monje japonés llamado Nan`hin
de la época Meiji (1868-1912), cuando recibió a un profesor europeo que acudió
a preguntarle sobre el budismo zen.
Muy bien contada la anécdota, Ignacio. Se "ve" perfectamente la diferente filosofía de vida de orientales y occidentales. Muchos no estan conformes con lo que son y tratan de cambiar lo cual es bastante dificil. Me hace pensar en las mujetes morenas que se tiñen de rubias. Suelen quedar muy bien pero tienen que tener mucho cuidado de que cuando el tinte se diluya no se vean las raices del cabello con su verdadero volor. Engañar a la gente es fácil pero a la Naturaleza ez bastante mas dificil.
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