Este artículo lo publiqué en septiembre de 2.013,
en el ‘blog’ de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia con el mismo título
que tiene esta entrada: ¿Puede una idea elevarse al rango de arte? Todas estas polémicas
ideas sobre el “Arte Conceptual” siguen vigentes, y quizás aún sigan de
actualidad durante mucho tiempo.
¿Puede una idea elevarse al rango de arte? O quizás la
pregunta deba invertir sus términos y hacerse así: ¿Puede el arte ser transformado en una idea? El «Arte Conceptual» trató de acercarnos a
estos dos interrogantes. Este movimiento surgió a finales de la década de los
60 y asumía que las "ideas" podían ser obras de arte al igual que lo
podían ser algunos objetos. Pero, ¿cómo exhibir las ideas? Parecía una
paradoja, pues para exponer una idea los artistas las tenían que transformar
antes en objetos, y en esa trasmutación ─de idea a objeto─ existe un proceso
inevitable de abstracción, y decimos abstracción en el sentido estricto de
despojar lo no esencial de algo para quedarnos con sólo la desnudez de lo que
queremos mostrar.
Así el objeto mostrado no podrá constituir la totalidad de lo
que el artista quiere explicitar, será únicamente una aproximación que
dependerá de los recursos y cualidades del artista. El objeto podrá
aproximarnos a la "idea" pero no será la idea; entender la
obra-objeto exigirá aprehender los
conceptos que hay detrás de ella. Este novedoso enfoque llevó a los artistas,
en muchas ocasiones, a la utilización del lenguaje junto al objeto expuesto o a
ejecutar procesos artísticos extendidos para evitar situar el objeto como
centro de la obra del artista.
La sistematización teórica del «Arte Conceptual» es más bien
escasa, aunque sus raíces más relevantes se hallan en los escritos y
manifiestos de Sol LeWitt, que en 1967 publicó el artículo titulado «Párrafos
sobre el Arte Conceptual», en él definía este arte como «creado para seducir la mente del espectador, en lugar de su mirada o
emociones». En función de sus diversas orientaciones dentro del
conceptualismo se contemplan líneas de trabajo muy diferentes: «Body Art», «Land Art», «Process Art», «Performance Art», «Arte Povera» y otros. Entre sus más destacados representantes se
encuentran artistas como: Joseph Kosuth, Walter de Maria, Richard Long, George Passmore, el grupo "Art & Language", Joseph Beuys o Dennis Oppenheim.
El «Arte Conceptual», aunque terminó su trayecto en el siglo
anterior hacia principios de la década de los 80, nos dejó un influjo indeleble
en la gran mayoría de los movimientos artísticos actualmente vigentes, lo que
nos da una idea de su auténtica profundidad e importancia.
Ignacio Pérez Blanquer
Quizas este vídeo pueda ayudarnos a comprender esta compleja propuesta artística
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