martes, 18 de octubre de 2022

La "depre" japonesa de Kimura

 

      Hacía muchos días que no hablaba con mi amigo Kimura, el japonés tan peculiar y curioso con el que tengo una gran amistad desde hace años. Era un gran viajero, conocía todos los países del mundo y pasaba alguna temporada aquí con nosotros. Desde el asunto del Covid cayó en una especie de depresión ─yo diría que una depresión “a la japonesa, muy distinta de las de aquí─ y no está (o no lo veo yo) en buena forma, ni física ni mental.

      Hablar con él ─hace apenas dos años─ era algo fluido, alegré, la conversación transcurría entre sonrisas, cuando no en grandes risas. Ahora todo es más oscuro. Incluso hay muchas incoherencias, emite frases lentas y sueltas y no hay demasiada relación entre las mismas. Me preocupa mucho, le suelo preguntar intentando que se exprese y cuente sus cuitas, pero margina mis interrogantes y lanza alguna frase extraña que muchas veces no consigo comprender a pesar de su excelente dominio del idioma español.

      Hoy decía que quejarse es caminar hacia el precipicio y saltar, y hundirse en sus profundidades, y que en ese abismo es donde habitan los pensamientos sombríos que atraen ─más y más─ todas las ruinas y todas las miserias.

      No sabía como disminuir sus dramas y le dije, quizás con inadecuado tono, lo siguiente:

      ─Kimura, hay que vivir el presente, el hoy. Es imposible que cambiemos la mayoría de los acontecimientos que nos perturban y angustian.

      Contestó sin dar la impresión de haberme escuchado:

      ─¡Qué hermoso sería si me asaltasen únicamente bellos recuerdos! ¡Si pudiese lograr no inquietarme tanto por el mañana!

      Intenté enlazar con lo que él expresaba diciéndole:

      ─Quizás sería conveniente que pensarás en todo lo bueno que tienes. Eres un ser privilegiado en muchísimos sentidos, lo sabes.

      Comenzó a reír de tal modo que me sobresaltó un poco, y a la vez me hablaba:

      ─¿Qué de bueno tengo hoy? ¿Quizás la luz del sol arropado de nubes grises? ¿Mucha comida y mucha bebida?, ¿un monje budista al que alimento y que reza por mí a diario? ¿Las flores que adornan mi mesa?...

      Se calmó en unos pocos segundos y añadió:

      ─Un conocido filósofo oriental, chino, dijo: “El máximo de poder es la iniciación de la decadencia”.

      Hicimos una pausa de casi un minuto y entonces fui capaz de contestarle:

      ─Creo que ese fue el mismo filósofo que dijo: «La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial. En reducir los problemas de la filosofía a unos pocos solamente: el goce del hogar, de la vida, de la naturaleza, de la cultura».

      Y ahí dejamos la conversación...

5 comentarios:

  1. Todos los humanos somos mucho más parecidos de lo que nos creemos, de punta a punta del mundo es así.

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  2. Creo que el 'covid' tiene relación con todo esto de las depresiones, un médico amigo me decía hace unos días que el 'covid' se deberá tener en cuenta como antecedente para las valoraciones psiconeurológicas de las personas que lo han padecido. Y que más del 36% de las personas que han sufrido el bicho tienen problemas neurológicos que pueden incluir síntomas neuropsiquiátricos y cognitivos.

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  3. No sé si esto se ha confirmado, pero las consecuencias del coronavirus chino todavía están por ver. La siguiente noticia me dio hasta miedo: Riesgo de Alzheimer

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  4. Querido Ignacio, hoy creo que he tenido el covid, no tengo aclares desde que me he levantado, yo no lo he tenido y tengo un algo que no te lo puedo explicar, pero esta enfermedad ha cambiado muchos la relaciones, y las amistades, Gracias un Abrazo.


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  5. Desde luego los efectos del Covid son mucho más graves de lo que nos han querido mostrar, basta interesarse un poco por los estudios médicos que se han hecho en estos últimos dos años, por ejemplo: El deterioro cognitivo por el COVID-19 grave equivale a 20 años de envejecimiento.

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