Kimura me decía ayer que le gustan las
fiestas de Navidad de Occidente, que le encantan las luces y escaparates
adornados, las calles, la sonrisa de la gente...
Le pregunté sobre las Navidades en Japón y
me contó que ellos tienen una rara habilidad para “japoneizar” todo lo que les
llega de Europa o de América y que también tienen sus “navidades” en estas
fechas. También hay celebración en las fechas de Halloween y San Valentín. Y es
curioso, que aunque se trata de festividades de carácter y fondo cristiano,
esto no es óbice para que estas fiestas sean muy populares y se disfruten
mucho, claro que de una manera diferente. Hay que tener en cuenta que en Japón
son una minoría, apenas un 2%, los que profesan el cristianismo. Él añadió:
─Ya sabes que las devociones mayoritarias
de mi país son el budismo y el sintoísmo, por tanto las navidades no son una fiesta
autóctona. Pero desde la II Guerra Mundial, por la influencia de otros países, empezó a celebrarse la Navidad allí. Por ejemplo, la costumbre de regalar entre
los familiares y amigos viene como herencia estadounidense.
─¿Y cuáles son, entonces, las
características propias de vuestra Navidad? ─le pregunté con curiosidad.
─Bueno, en el interior de las casas no se
suele notar nada porque no se trata de una festividad religiosa. Es una
celebración para hacer regalos, estar con la familia y para incrementar el consumo.
─¿Y en las calles?, ¿qué sucede?
─ En las calles es igual que aquí, se engalanan
con todo tipo de adornos alegóricos y luces. Allí se hacen grandes espectáculos,
en espacios públicos, de luces y sonido que se denominan “Christmas Illuminations”.
─¿Y celebráis la Nochebuena?
Kimura
sonrió al percibir un poco de ansiedad en mi curiosidad por saber cosas de su
país.
─Sí, claro ─afirmó─. Pero se trata principalmente de una
noche romántica y mágica. Los restaurantes reciben muchísimas peticiones de
reservas de parejas para esa noche. Observa que en estas fechas también suele
nevar en Japón, sobre todo por las zona norte y también por el centro, y eso es
un añadido más para darle un toque romántico a la Navidad en Japón. En
diciembre las ciudades y centros comerciales se llenan de fantásticas
iluminaciones, adornos navideños, árboles de Navidad, Santa Claus y de renos...
─¿Santa Claus? ─lo miré extrañado.
─Sí, santa Claus, aunque también tenemos
una figura autóctona, se trata de un monje budista “Hotei-oshoa”, que es uno de
los siete dioses de la buena suerte, y que tiene alguna similitud con Santa
Claus, también reparte regalos a los niños.
─¿Y la fiesta de Fin de Año? ¿Es parecida a la de
aquí?
─Eso te lo contaré mañana, ahora vamos a
desayunar.