Muchos de mis amigos
me preguntan sobre economía, sobre qué puede ocurrir. Suelo comentarles que ser
doctor en economía (y hay, quizás, demasiados) no es poseer ninguna bola de cristal y
adivinar el porvenir. En realidad saber un poco de economía significa tener un
ramillete de datos y elementos que después conjugamos según los propios criterios y
conocimientos, pero no se puede asegurar nada. Ya saben ustedes la frase sardónica que dice que
un economista es un especialista que predice una cosa y después sabe explicar
─con enorme convicción─ por qué no sucedió aquello predijo.
Voy a intentar, con
toda la frecuencia que pueda, escribir algunas notas sobre economía para mis
amigos, pero ─como Pilatos─ me voy a lavar mucho las manos; no hay más remedio.
PRIMERA NOTA
ECONÓMICA:
Hoy un amigo me hacía
una pregunta interesante, me interrogaba respecto a cómo será la recuperación
de nuestra economía. Una pregunta peligrosa que vengo haciéndome desde hace
bastantes días: ¿Cómo será la recuperación?
Le dije, como pronta
respuesta, que esa recuperación va a depender de muchos factores ─eso siempre,
no existe un único factor cuando hablamos de temas económicos complejos─ pero
le respondí que, quizás, el parámetro más relevante en esta situación sea el del
tiempo que se tarde en tener una vacuna o un tratamiento fiable para erradicar
el Covid19. Le comenté que creo que mientras no haya una solución a la pandemia
poco se puede esperar. Cuando estemos ubicados en eso que se ha dado en llamar
"nueva normalidad" (expresión que me aterra), no os quepa duda de que
esa anómala normalidad será un mundo de confusión y conflicto que impedirá que
los motores económicos funcionen a tope de rendimiento. Y claro, cuanto más
persista esta situación, más paro y más destrucción de riqueza habrá. Eso
traerá una consecuencia clara y será la de que el PIB tardará mucho más en desahogarse
y poder subir. Lamentablemente esa desgracia ocurrirá aunque se logre el
control de la pandemia.
Hay también un
parámetro de enorme importancia que tiene una influencia especial en esto que
he dicho y es el de nuestra atroz deuda.
Me complace una enormidad dedicar estos pequeños artículos de divulgación económica a mi querido director de tesis doctoral, que sé que leerá este escrito. Y que, seguro, me sugerirá cosas para que el próximo escrito sea mejor. Es un placer seguir aprendiendo de alguien a quien aprecias mucho y le agradeces mucho.
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