Es una lata eso de olvidar la desconexión nocturna del notificador de WhatsApp. Además, lo suelo tener muy fuerte para ─si tengo el móvil perdido por casa─ poderlo escuchar desde cualquier lugar. Esta mañana, ¡a las seis!, me pegó un pitido que salté de la cama asustado; era Briseida que me mandaba el enlace a un artículo acabado de publicar, aquí en España, para que lo leyese. Imaginé enseguida que tendría algo que ver con las tesis que ella sostiene respecto al NOM ─ya saben, el “Nuevo Orden Mundial”─ el Globalismo y todos esos asuntos. Pulsé en el enlace que adjuntaba en el mensaje y, efectivamente, leí: «El argumento de Soros para conseguir la traición de la izquierda mundial».
Decidí volverme a dormir un rato más y ya lo leería más tarde, a la hora del desayuno. Estuve dando vueltas un cuarto de hora, vi que cada vez estaba más despierto. Encendí la luz de la mesilla, me incorporé y tomé el móvil para leer el escrito.
Los dos primeros infundían temor, pero no veía ningún dislate:
«George Soros, principal promotor del Nuevo Orden Mundial (NOM) junto con Bill Gates y el Partido Demócrata de Estados Unidos, ha logrado convencer a la mayoría de las fuerzas de izquierda del mundo, desde chinos a comunistas y socialistas, argumentando que la democracia es un peligro y que a la larga caerá en manos de los extremistas de derecha, lo que obliga a suprimirla creando un gobierno universal único, tiránico e invencible.
La España actual es una de las víctimas de esa conspiración antidemocrática y Pedro Sánchez y los suyos son de los mas entusiastas seguidores del NOM en todo el planeta, sometiendo a su pueblo, sin escrúpulos, a una transformación traidora y forzada que la mayoría rechaza».
El tercero remataba la faena:
«Casi todas las barbaridades que promueve el gobierno español, como su alianza con los que odian a España, el acoso a los que defienden la Constitución, el ataque constante a la Monarquía, la demolición de los sentimientos religiosos y la utilización de una memoria histórica arbitraria y parcial para inyectar odio sólo se entienden como parte de la gran conspiración mundial para acabar con la democracia y los derechos del ser humano».
Me pareció que lo mejor sería leerlo después del desayuno. Puse la radio para enfrentarme a las noticias que traía el día e inicié mi ceremonia de preparación.
Primero tomarme las pastillas...
Me he reído con tu escrito, pero también me produce desasosiego. Estamos en la incertidumbre más absoluta, una la que viene del Covid19, otra que procede de la situación política (nacional y mundial) y otra cuyo origen es la economía que se tambalea.
ResponderEliminarSí, es para tomarse algunas pastillas.