jueves, 22 de agosto de 2019

Intoxicación de móvil


     La calle Luna estaba ayer llena de gente; aunque no sé si decir que estaba llena de humanos o repleta de teléfonos móviles. Hubo un instante que en un pequeño segmento de mi trayecto pude contar a diez personas de las cuales nueve de ellas estaban atadas al dichoso dispositivo mirando con mucha atención a la pantalla. No me cabe duda, y posiblemente casi todos ustedes estén de acuerdo, que estamos ante una intoxicación masiva: la intoxicación de móvil.
     Parece que nos cuesta una enormidad dejar el móvil quieto y parado, creo que eso no puede ser beneficioso para nadie. Hay expertos en estudios sobre estas cuestiones que aseguran que el abuso de la tecnología puede conducir a aumentar la sensación de soledad, a la depresión y a la ansiedad crónica e, incluso, a la disminución de alguna de nuestras capacidades psíquicas como la concentración. A esto también podemos añadir las carencias que se generan de interacción personal y a la adicción o dependencia que provoca el hecho de que casi no nos permite levantar la cabeza para apreciar una mirada afable o una palabra cariñosa, o disfrutar de lo que nos circunda.
     En realidad las plataformas como YouTube y las redes como Facebook, Instagram o Twitter están perfectamente diseñadas para crear adictos, a nadie se le oculta el hecho de que las grandes tecnológicas compiten entre ellas para captar ─en exclusiva─ nuestra atención.


Ya hay una palabra para denominar este fenómeno: «NOMOFOBIA».

2 comentarios:

  1. Triste realidad mundial... desde niñitos, ahora, los hacen adictos al móvil, con el objetivo de que los hijos estén quietos y no molesten ... Los padres de familia o cuidadores, promueven esta masiva adicción. ��

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  2. Triste, muy triste pero es una realidad hoy día creo que sin vuelta atrás.

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