viernes, 30 de agosto de 2019

Ser feliz y causa-efecto

     

     Intentaba recordar esta mañana una historieta sobre el proceso y la metodología a seguir para la consecución de un objetivo.
     Supongamos que queremos cultivar una zanahoria en vez de ir al mercado a comprarla; primero tenemos que conseguir algunas semillas. Luego, habrá que encontrar un terrenito, un trozo de tierra, una vez hallado habrá que prepararlo y cavar un hoyo en el que meteremos las semillas. Lo cubriremos de tierra, regaremos y fertilizaremos. La madre naturaleza se encargará del trabajo restante y las semillas brotarán, crecerá la planta y terminaremos cosechando las zanahorias, ¿no es así?
     Por supuesto el lugar en donde plantemos las semillas deberá ser un sitio donde haya sol, pues si las plantamos en lugar oscuro los brotes serán pequeños y desaparecerán pronto. Hay que regar ya que si no hay agua morirán. Si nos hemos equivocado en la elección del terreno también tendremos dificultades para que el cultivo tenga éxito. Y si se nos olvida el fertilizante adecuado las plantas tampoco irán bien hacia arriba.
     Esta claro que se necesita preparación y disposición (cuando menos) antes de que una semilla de zanahoria ─o de lo que sea─ se pueda convertir en un vegetal plenamente maduro. Esto es lo mismo que sucede con los objetivos que nos hayamos propuesto conseguir, hay un paralelismo claro en ambos procesos. Bueno, pues así como pasa con las semillas, pasa con la programación que tenemos que llevar a cabo para llegar a una meta cualquiera. Estamos hablando de causa-efecto... Simplemente eso, causa-efecto.
     ¡Ah! No debemos olvidar el tiempo y la paciencia.
     ¿De verdad solemos aplicar este proceso a nuestras cosas?
     ¿Servirán las siguientes normas como sistema causa-efecto para ser más feliz?

     Posiblemente la felicidad permanente no sea un estado posible ─ni deseable─. Siempre habrá altas y bajas, como las mareas, habrá salidas y entradas, habrá estados on y estados off. No habrá manera de soslayarlo. Quizás con esas normas podamos lograr más estados on que estados off. ¿Será así? 

                          

     Este artículito tiene una continuación en: Cultivar la causa del efecto deseado

4 comentarios:

  1. Pilar Nacarino Moreno30 de agosto de 2019, 18:26

    Eso es muy fácil decirlo de palabra, pero muy difícil de hacer. Ojalá se pudiera.

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  2. Estou encantada com esse artigo, penso exatamente assim, preparar o terreno e planta e cuidar com tudo que seja necessário, as vezes temos intercorrencias mas nada é perfeito e você procura desviar do obstáculo e seguir rumo ao seu objetivo,eu sou uma otimista e penso que se nao gosto de algo e não posso evitar vou tentar muda lo e se não conseguir vou me mudar para harmonizar com a realidade, sim é difícil mas não impossível, tem espinhos mas as flores compensam, sempre plantarei flores no meu jardim da vida! Umas brotarão e outras nem chegarão a germinar mas essa é a beleza da vida, se tudo fosse flores não daríamos o valor devido a nossas conquistas.

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  3. ¡Qué difícil es aceptar una cosa cuando ni te gusta, ni puedes cambiarla! Muy necesaria tiene que ser para ello...

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  4. Me gusta el punto 5.

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