Desde hace unos días hay una cuadrilla de virus acosándome, no han logrado ─todavía─ abatirme y
estoy resistiendo como un jabato, pero no sé hasta cuándo podré aguantar. Este
asedio vírico me ha traído a la memoria unas palabras que escribí en 2011 ante
un asedio semejante.
UNA PANDILLA DE VIRUS
En algunos momentos, de esos que los modernos llaman de hipertermia, creo que estuve al borde de lanzar algún grito aterrador al estilo del cuadro del pintor noruego Edvard Munch:
UNA PANDILLA DE VIRUS
Tengo aposentada, desde hace días, en mis pulmones una maléfica horda de virus. Ha venido acompañada de una amplia coreografía de fiebres y otras mil molestias. Llegar a una tecla del ordenador era una aventura, y buscar algo en una 'carpeta', ¡ay! ¡Buscar algo en una 'carpeta'! Eso era como intentar caminar sobre un fino alambre en las alturas. Las ideas se me esfumaron desde entonces, mi cabeza parecía un cuadro de Wassyly Kandinsky.
Aunque sin esa musicalidad que subyace en ellos.
Imaginaba que los virus eran como esas deidades -autenticas joyas del arte tibetano- llamadas Chakrasamvara, que me pinchaban con sus múltiples brazos.
A veces, mi alrededor estaba poblado de imágenes de desvaríos y pinturas extrañas con las que un patán -de cuyo nombre no quiero acordarme- había alterado mi vista y mi cerebro alguna vez.
Además, para colmo, se me ha estropeado un bonito viaje de varios días que tenía previsto a Extremadura. Aún no estoy para tirar cohetes pero, ¿qué le vamos a hacer?... ¡Paciencia y cuidados!
Saludos
Saludos
Llevas toda la razón. Los virus estan al acecho.
ResponderEliminarA mi me han pillado. Sin fiebre ni dolor de cabeza pero las toses ( y digo toses) porque llevo un mes con todo tipo de ronqueras y toses de diferentes tipos.
Parece que vá remitiendo pero me han dado una paliza.......
Es la lucha de todos los inviernos.
EliminarCuídate.
Espero que te recuperes muy pronto.
Un gran abrazo.
Genial... ����������������
ResponderEliminarIdéntica sensación tengo.
Estoy hasta los cojones de un tal Paracetamol...
Semiabatido me tengo...
Que graciosa y ocurrente reflexión, Ignacio. Comprendo petfectamente como te encuentras. Me imagino esos virus depredadores que aparecen en un anuncio de TV. Sin embargo ne encanta el espíritu que mantienes como el que mantenias hace años pir una situación similar. Eres un jabato.
ResponderEliminarGracias Jesús, en estas situaciones una pizca de humor tiene también alguna potencialidad terapéutica, casi tanto como antes la tenían un par de aspirinas y un copazo de brandy.
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