miércoles, 8 de enero de 2020

Y al Oeste... Portugal

     Me encantan las ficciones utópicas. La ficción utópica es un estupendo género literario que nos permite crear mundos irreales en donde todo transcurre de modo perfecto, lógico y racional.

     Este artículo fue escrito para la serie ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (374) que se publicaba en el "Diario de Cádiz", en noviembre de 2018. 


MIRANDO HACIA EL OESTE

     Era una bonita tarde, como casi todas la de nuestro otoño. Miraba por la ventana y quedaba absorto por el encanto de mi solitaria calle que siempre mira hacia el Oeste. Allá arriba, unas nubes lejanas revoloteaban lentas y jugaban con los colores azul y naranja. Pendientes de un hilo de memoria vinieron a mi mente estos versos de Fernando Pessoa: «Tenemos quienes vivimos, / una vida que es vivida / y otra vida que es pensada, / y la única en que existimos / es la que está dividida entre la cierta y la errada»Fue un soplo procedente del Poniente, allí estaba Portugal. Casi siempre a nuestra espalda. La nube más grande se convirtió en una bola naranja revestida de blancos y grises.
     Unamuno ya nos habló de una colisión constante ─que habría que superar─ entre la «suspicacia portuguesa» y la «arrogancia española», generada por faltas de comunicación y muchas guerras. ¿Mirar a la espalda, mirar de frente?... Pessoa repetía dentro de mí: «No soy nada. / Nunca seré nada. / No puedo querer ser nada. / Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo».
     Pensé en eso que se suele denominar iberismo; el impulso de carácter político tendente a unir Portugal y España en único bloque peninsular. Los partidarios de avanzar en la integración política, económica y cultural de Portugal y España llevan bastante tiempo intentando coordinar una estrategia para presentar una candidatura atractiva al Parlamento Europeo en 2019. Claro, habrá que seducir, primero, a los electores y después a los políticos, de que la fundación de una Comunidad Ibérica formada por España, Portugal y también por Andorra, es la única posibilidad, no solo de superar todos los problemas actuales, sino de caminar juntos en la dirección de convertirnos en una potencia mundial en muchos órdenes.
     Cierto es que el iberismo tiene mucho de enigma político y es curioso observar que cuando se realizan encuestas sobre reforzar más la vinculación entre Portugal y España, el grado de aceptaciones asombroso, pero este tema está totalmente al margen de toda agenda política. Quizás ─lamentablemente─ para casi todo el mundo, hablar de «iberismo», es poner sobre el tapete una singularidad o un discurso intelectual inane.



     Los iberistas estiman que la península fue la primera promotora de la globalización y del mestizaje y que estamos en un mundo con un futuro azaroso en el cual vuelven a erigirse muros. Nos recuerdan que poblamos una tierra, al sur de los Pirineos, en la parte más occidental de Europa, en cuya frontera sur ─allí donde se unen las aguas del Mediterráneo y el Atlántico─ está el punto crítico donde se forja nuestro “espíritu ibérico”, en palabras de Fernando Pessoa. Y que somos una civilización, fruto del cruce de otras anteriores, que fue la primera de las europeas en adentrarse en tierras desconocidas, llevando nuestras culturas y lenguas al mundo.
     “Solo hay dos naciones en Iberia: España y Portugal”, dijo el escritor. “La región que no forma parte de una, forma parte de la otra. El resto es filología”.
 Ignacio Pérez Blanquer
Académico de Santa Cecilia

3 comentarios:

  1. Pilar Nacarino M.8 de enero de 2020, 19:31

    Me gusta, podría ser una gran Nación, pero como muy bien se dice, sería difícil aunar las distintas formas de ser.

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  2. Aquí hablas de "construcción" y parece que los empeños actuales van más bien por el camino de la "deconstrucción".

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  3. El tema del Iberismo es recurrente. Solo durante el reinado de Felipe II se consiguió hacer realidad esta aspiración de muchos españoles y muchos portugueses, pero no duró mucho. Con la península Ibérica convertida en una sola nación, desaparecerían las reivindicaciones, catalanas, quizas no las vascas que tienen parte del territorio que reivindican, fuera de la península. De cualquier forma son muchos los españoles que piensas que Esoaña es la heredera de Iberia y que dentro de ella coexisten junto a Castilla, Aragón, Cataluña, Pus Vasco y Galicia.

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