
Anoche tomé una infusión de una combinación de hierbas ─nada raras─ la mezcla es de melisa, tila, hierba luisa, lavanda, hojas de naranjo y manzanilla. La compré para probar, necesito dormir unas cuantas horas seguidas, me noto cansado y con ganas de desconectar. De pronto, por sorpresa, sentí ganas de escribir, ese deseo me vino porque pensé que las palabras tienen un poder único: no solo comunican ideas, sino que también despiertan emociones, crean imágenes y nos envuelven con su ritmo. Deseaba hablar de "palabras con sabor" y ─perdonad─ ese “sabor” no tiene nada que ver con la cocina. Se trata de la manera en que las palabras nos llegan, cómo suenan en nuestra mente y cómo nos conectan con algo más profundo.
El lenguaje tiene una especie de música propia. Las palabras pueden ser suaves y cálidas como una melodía tranquila, o intensas y rápidas como una canción apasionada. La poesía, por ejemplo, no solo se entiende; también se siente. Su ritmo y sus imágenes logran que la experimentemos de una forma única.
No sé cómo me vino a la memoria el escritor alicantino, José Martínez Ruiz, conocido como “Azorín”, que expresó la magia de lo sugerente y lo inacabado con una frase llena de sensaciones: "Lo inacabado tiene un profundo encanto. Esta fuerza rota, este impulso interrumpido, este vuelo detenido, ¿qué hubieran podido ser y adónde hubieran podido llegar?". Siempre hay algo especial en las palabras que nos dejan pensando, que no lo dicen todo pero insinúan mundos posibles.
No es necesario hablar de las palabras en la música, o con la música, una canción no sería lo mismo sin una letra que nos revuelva el corazón. Puede contar una historia, traer recuerdos o ponernos a reflexionar sobre cosas que, de otro modo, ni notaríamos. Las palabras nos conectan con nuestra mente y nuestra imaginación. Una sola palabra bien escogida puede transportarnos a otro lugar o hacernos sentir algo que parecía olvidado. Tienen un impacto que va más allá de lo que dicen, y por eso nos fascinan tanto.
Percibí en mí un ritmo mucho más lento, las palabras ya fluían despacio, perezosas... Sí, las palabras son mucho más que herramientas para comunicarnos... Tienen sabor, ritmo y fuerza. Nos envuelven, nos inspiran y nos acompañan, como una melodía que sigue sonando dentro de nosotros...
Creo que me quedé profundamente dormido...

¿Dónde has comprado esa pócima? ¡La necesito ya!
ResponderEliminarSe llama "Dormir", está en el super de la calle Nevería.
Eliminar¡Me ha encantado! Es como hipnótico, casi me duermo yo también. Gracias.
ResponderEliminar.
ResponderEliminarTienes el poder de contar historias de manera efectiva. 👏👏
As palavras tem sabor...e expressões que de uma forma ou outra,..podem mudar muitas situações em nossa vida.
ResponderEliminarComo sabores diferentes...
Obrigada!...meu querido amigo, um abraço. 🙌
Tienes una facilidad increíble para la comunicación. ¡ Te envidio de manera descarada y descarnada. Puede que parte, (solo parte) de tu fluidez sea debido a la práctica, a tu no parar, a tu fructífera mente que necesita marcha… pero no cabe duda que es tu capacidad innata, no aprendida, la que te hace escribir como lo haces .
ResponderEliminarYo quiero escribir, me gusta, pero no me pongo a ello por pereza, falta de ideas divertidas… Y como no trabajo, las musas no vienen. ¡¡Ay!! ¡Soy una vaga!
Y en el pecado llevo la penitencia.
Deberías editar en papel tus reflexiones. Me parece que tendríamos un libro para reflexionar cada día o cada semana.
Puedes publicar mi comentario en tu escrito; yo te lo hago a ti directamente. Un abrazo.